El marido, agnóstico, se negaba a llevar a su esposa con un sacerdote, sin embargo, la llevó con el Padre Pío solo para recibir otro milagro que nadie esperaba
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Leemage via AFP |
En el libro Padre Pío, los
milagros desconocidos de los sagrados estigmas, el autor José María Zavala
relata que una vez una señora que padecía cáncer le rogó a su marido que la
llevara a un sacerdote porque él podía curarla. El marido, sin embargo,
era agnóstico e intentó convencer a su esposa de que se trataba de una superstición
absurda. Sin embargo, a pesar de la insistencia, cedió, pero advirtió: “Te
llevaré a ver al Padre Pío, pero no entraré a la iglesia. Te esperaré
afuera».
Luego ella, su esposo y su
pequeño hijo llegaron a la iglesia y encontraron a mucha gente rezando
devotamente el rosario. Admirando esta gran fe de los fieles, la mujer
enferma esperó para hablar con el sacerdote.
Milagro inesperado
Finalmente, cuando llegó su
turno, habló con el Padre Pío y le contó su vida y su enfermedad. Entonces
el sacerdote le dio su bendición y preguntó quién era el niño. Tan pronto
como ella respondió que era su hijo, el Padre Pío llamó al pequeño y le pidió:
«Ve a la puerta y dile a tu padre que lo llamo».
Cuando el niño llegó a la puerta
de la iglesia y le dijo a su padre que el Padre Pío lo llamaba, el hombre
comenzó a llorar compulsivamente. Entró de rodillas a la iglesia y así
caminó hasta el centro del templo. Alguien intentó ayudarlo y le preguntó
qué estaba pasando, a lo que, con el rostro aún inundado de lágrimas,
respondió: «El Padre Pío le pidió a mi hijo que me llamara».
Los fieles se miraron y
preguntaron: «¿Qué tiene de extraño que el hijo llame al padre?»
El hombre declaró profundamente
conmovido: «Mi hijo era sordomudo».
(Obtenido del blog católico Almas Castelos)
Francisco
Vêneto
Fuente: Aleteia