¿Alguna vez te has preguntado cómo es realmente un monasterio o convento por dentro? Sigue leyendo para saber cómo son las diferentes estancias y cómo se llaman
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| Segovia al día |
Un monasterio o convento de clausura es un lugar donde monjes y monjas se
dedican a la oración, el silencio, la penitencia y el trabajo, siguiendo una
regla de vida que les ayuda a buscar a Dios y servirle con todo su ser,
separados del mundo exterior. Estos monasterios tienen una arquitectura y
disposición que favorecen la vida comunitaria y la intimidad con el Señor.
Conozca los espacios de un monasterio, sus usos y sus nombres:
1. IGLESIA O CAPILLA
La iglesia o capilla es el centro del monasterio , donde los
monjes o monjas celebran la liturgia de la Eucaristía y la Liturgia de las Horas . Es el lugar donde
encuentran a Cristo presente en el sagrario y en la Palabra.
Tradicionalmente se divide en dos partes: el coro, donde se reza la
Liturgia del Oficio (también llamado Oficio Divino), y la nave, donde se
celebra la misa. El coro suele estar separado de la nave por una reja o
una celosía que permite a los religiosos participar en la liturgia sin ser
vistos por los fieles que acuden a la iglesia.
Es posible que las capillas monásticas más contemporáneas no se ajusten al
diseño tradicional.
2. CLAUSTRO
Un espacio diáfano formado por cuatro galerías con arcos o
columnas. El claustro es el lugar de paso entre las distintas
estancias del monasterio, pero también es un lugar de oración, lectura,
meditación y recreación. En el centro del claustro suele haber un jardín
(llamado jardín) o un pozo, que simboliza el paraíso y la fuente de la vida.
Debido a su centralidad en la estructura de un monasterio o convento, la
palabra “claustro” también puede usarse para referirse a todo el convento o
monasterio, o a la forma de vida religiosa que incluye estar aislado del mundo
(“claustro ” deriva del verbo latino “claudere”, “cerrar”).
3. SALA CAPITULAR
Este es el lugar donde se reúne la comunidad para discutir los
asuntos del monasterio, elegir al abad o abadesa, leer la regla, escuchar correcciones fraternales y confesar
faltas. La sala capitular suele estar situada junto al claustro, a veces
delante de la iglesia. Es un lugar de gran importancia para la vida
comunitaria, donde se expresa la unidad y la caridad entre los miembros de la
comunidad.
4. REFECTORIO
El refectorio es el comedor del monasterio , donde los monjes o
monjas comen en silencio, escuchando la lectura de un libro espiritual o
sagrado. El refectorio suele estar también al lado del claustro, cerca de
la cocina. En algunos monasterios existen dos refectorios: uno para los
religiosos y otro para los huéspedes o peregrinos alojados en el monasterio.
5. CÉLDAS
Las habitaciones individuales de cada monje o monja, donde duerme, reza,
estudia y trabaja, se llaman celdas. La celda es un lugar de soledad e
intimidad con Dios, donde el religioso se retira para descansar o para la
oración personal. La celda suele ser muy sencilla y austera,
con las necesidades de la vida: cama, mesa, silla, armario, un crucifijo, una
imagen de la Virgen y algunos libros.
6. LOCUTORIO
El locutorio, sala de conferencias o salón es el lugar donde los monjes y
monjas pueden recibir visitas o hablar con personas ajenas al
monasterio. Suele estar dividido por una reja o celosía que impide el
contacto físico entre religiosos y visitantes.
Esta sala es un lugar donde se ejerce la hospitalidad y la caridad con
quienes acuden al monasterio buscando consejo, consuelo o ayuda.
7. TORNIQUETE
Monjes y monjas entregan y reciben objetos hacia y desde personas
ajenas al monasterio o convento mediante un torniquete, un pequeño armario
giratorio que comunica el interior del monasterio con el exterior conservando
su separación. Las comunidades religiosas pueden vender a través del
torniquete productos elaborados por monjes o monjas, como dulces, quesos,
licores, jabones y velas. Esta es también una forma de entregar donaciones
o cartas.
Estas son algunas de las estancias más habituales en los monasterios y
conventos de clausura, aunque puede haber otras según el orden y la norma o
tradiciones de cada comunidad. Lo que todos tienen en común es que están
al servicio de la vida contemplativa, que busca a Dios en todo y a través de
todo, en aislamiento físico del mundo exterior.
Matilde Latorre
Fuente: Aleteia






