El padre Manuel González y otros 19 españoles que dieron su vida por Cristo el año 1936 serán beatificados este sábado 18 de noviembre en Sevilla
Archidiócesis de Sevilla |
La catedral de Sevilla acogerá este sábado 18 de noviembre de 2023 la
beatificación de veinte nuevos mártires españoles que murieron el
verano del 1936 de manera violenta a causa de su fe en Jesucristo.
De esta manera la Iglesia católica da gracias y ofrece al mundo el
testimonio de estos 10 sacerdotes, un seminarista y 9 seglares (8 hombres y una
mujer) que dieron su vida por Cristo.
«Que por su intercesión seamos artífices de reconciliación en la sociedad y
artífices de comunión en la Iglesia en España», invitó el arzobispo de Sevilla,
José Ángel Sáiz en la rueda de prensa de presentación de la beatificación.
Una exhaustiva investigación histórica ha demostrado que murieron a causa
de su fe católica, perdonando a sus verdugos e incluso algunos con alegría de
poder entregar su vida.
Sin embargo, eran personas reales, incluso con tropiezos en una vida
parecida a la de muchos cristianos de hoy, destacó el catedrático de historia
contemporánea de la Universidad de Sevilla, José Leonardo Ruiz.
El padre Manuel
Este sevillano, ordenado sacerdote con solo 22 años gracias a una dispensa,
ya desde estudiante visitaba enfermos y participaba en muchas actividades de
evangelización.
Fue un párroco muy activo y con muchos frutos que chocaban con el
anticlericalismo que fue extendiéndose por España.
Por eso el 19 de julio de 1936 lo detuvieron. En la prisión sufrió
interrogatorios, disparos para amedrentarlo, maltrato y vejaciones.
Cuatro días más tarde le llevaron a su parroquia, completamente destruida.
Al trasladarse hasta allí recibió insultos en una plaza llena de público. Y en
la sacristía, lo mataron con dos disparos.
Fieles hasta el final
Unas horas más tarde asesinaron en el mismo lugar a una María de los
Dolores Sobrino Cabrera, una mujer muy vinculada a la parroquia.
Sus cadáveres fueron profanados de varias maneras y quedaron en el hasta
que de madrugada fueron llevados al cementerio en un camión.
El más joven de este grupo de mártires que serán beatificados el sábado,
con 19 años al morir, es el seminarista Enrique Palacios Monrabá.
Murió junto a su padre, Manuel Palacios Rodríguez, católico comprometido en
su parroquia y presidente de Acción Popular, desde la que se procuraba mediante
la representación política corregir la legislación secularizadora y
laicista.
También había dos hermanos de sangre en este grupo de mártires, Salvador y
Rafael Lobato, uno de ellos sacerdotes. Ambos afrontaron la muerte
abrazados.
Sus cuerpos quedaron varios días cubiertos por unos montones de tierra en
el lugar donde murieron.
«Los mártires son una riqueza espiritual para todos», afirmó el obispo
Sáiz. Y destacó que mantuvieron su «unión y fidelidad a Jesucristo de manera
tan plena que derramaron su sangre por Él y con Él».
Patricia Navas
Fuente: Aleteia