Fiesta,
18 de noviembre
Decanato Fresnillo |
Dedicación
de las basílicas de los santos Pedro y Pablo, apóstoles. La primera de ellas
fue edificada por el emperador Constantino sobre el sepulcro de san Pedro en la
colina del Vaticano, y al deteriorarse por el paso de los años fue reconstruida
con mayor amplitud y de nuevo consagrada en este mismo día de su aniversario.
La otra, edificada por los emperadores Teodosio y Valentiniano en la vía
Ostiense, después de quedar aniquilada por un lamentable incendio fue
reedificada en su totalidad y dedicada el diez de diciembre. Con su común
conmemoración se quiere significar, de algún modo, la fraternidad de los
apóstoles y la unidad en Iglesia (1626; 1854).
La
actual Basílica de San Pedro en Roma fue consagrada por el Papa Urbano Octavo
el 18 de noviembre de 1626, aniversario de la consagración de la Basílica
antigua.
La
construcción de este grandioso templo duró 170 años, bajo la dirección de 20
Sumos Pontífices. Está construida en la colina llamada Vaticano, sobre la tumba
de San Pedro.
Allí
en el Vaticano fue martirizado San Pedro (crucificándolo cabeza abajo) y ahí
mismo fue sepultado. Sobre su sepulcro hizo construir el emperador Constantino
una Basílica, en el año 323, y esa magnífica iglesia permaneció sin cambios
durante dos siglos. Junto a ella en la colina llamada Vaticano fueron
construyéndose varios edificios que pertenecían a los Sumos Pontífices. Durante
siglos fueron hermoseando cada vez más la Basílica.
Cuando
los Sumos Pontífices volvieron del destierro de Avignon el Papa empezó a vivir
en el Vaticano, junto a la Basílica de San Pedro (hasta entonces los Pontífices
habían vivido en el Palacio, junto a la Basílica de Letrán) y desde entonces la
Basílica de San Pedro ha sido siempre el templo más famoso del mundo.
La
Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de
altura en su cúpula. Ocupa 15,000 metros cuadrados. No hay otro templo en el
mundo que le iguale en extensión.
Su
construcción la empezó el Papa Nicolás V en 1454, y la terminó y consagró el
Papa Urbano VIII en 1626 (170 años construyéndola). Trabajaron en ella los más
famosos artistas como Bramante, Rafael, Miguel Angel y Bernini. Su hermosura es
impresionante.
Hoy
recordamos también la consagración de la Basílica de San Pablo, que está al
otro lado de Roma, a 11 kilómetros de San Pedro, en un sitio llamado "Las
tres fontanas", porque la tradición cuenta que allí le fue cortada la
cabeza a San Pablo y que al cortársela cayó al suelo y dio tres golpes y en
cada golpe salió una fuente de agua (y allí están las tales tres fontantas).
La
antigua Basílica de San Pablo la habían construido el Papa San León Magno y el
emperador Teodosio, pero en 1823 fue destruida por un incendio, y entonces, con
limosnas que los católicos enviaron desde todos los países del mundo se
construyó la nueva, sobre el modelo de la antigua, pero más grande y más
hermosa, la cual fue consagrada por el Papa Pío Nono en 1854. En los trabajos
de reconstrucción se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo
IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir".
Estas
Basílicas nos recuerdan lo generosos que han sido los católicos de todos los
tiempos para que nuestros templos sean lo más hermoso posible, y cómo nosotros
debemos contribuir generosamente para mantener bello y elegante el templo de
nuestro barrio o de nuestra parroquia.
Fuente: EWTN