El Papa Francisco ha recibido este lunes en la Sala Clementina del Vaticano a las participantes en el 25º Capítulo General de la congregación de las Hermanas Escolásticas de Nuestra Señora, fundadas por la Beata María Teresa de Jesús Gerhardinger
El Papa Francisco en la plaza de San Pedro. | Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Durante su alocución, el Santo
Padre ha animado a las religiosas “a seguir siendo valientes testigos de la
solidaridad evangélica en un momento en que muchos experimentan la
fragmentación y la desunión”.
“Esta responsabilidad asume una
importancia aún mayor a la luz del camino sinodal que toda la iglesia está
emprendiendo”, ha añadido el Papa, quien considera que el Capítulo General “es
una oportunidad para escuchar más atentamente al Espíritu Santo y unas a otras
con el fin de reforzar los lazos de comunión”.
El Papa se ha mostrado convencido
también de que la celebración de este encuentro permitirá a las hermanas
discernir cómo pueden dar de forma más eficaz “testimonio de la alegría del
Evangelio, especialmente en vuestro apostolado educativo y en las múltiples
formas de servicio al pueblo de Dios”.
Las Hermanas Escolásticas de
Nuestra Señora son un instituto religioso femenino de derecho pontificio
iniciado en Alemania cuyos estatutos fueron aprobados de manera definitiva en
1865. Cuenta con más de 3.000 miembros y están presentes en una treintena de
países de Europa, África, América y Asia.
Su fundadora, beatificada en 1985
por San Juan Pablo II, constituye para el Papa Francisco “un testimonio del
poder transformador de la fe, del valor para forjar nuevos caminos y la
dedicación a la educación de las jóvenes. Su visión era integral: transmitir
los conocimientos académicos junto con nutrir el espíritu y la formación de
personas compasivas, responsables e individuos centrados en Cristo”.
El Papa destacó además que el
lema elegido para el Capítulo general, Vivir un testimonio profético de
comunión universal, es “de gran importancia en nuestro tiempo” y añadió
que “como mujeres que profesan los consejos evangélicos, hace tiempo que son
pioneras en abrazar la dimensión profética de la vida consagrada”.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa