14 – Noviembre. Lunes de la XXXII semana del Tiempo Ordinario
Misioneros digitales católicos MDC |
Evangelio
según san Lucas 17, 7-10
¿Quién de
vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del
campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis más bien:
“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y
beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho
lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado,
decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
Comentario
En el
evangelio de hoy el Señor nos muestra un camino más profundo de conocimiento
propio: el saber que estamos para servir. La llamada universal a la santidad
consiste en identificarnos con Cristo y no debemos olvidar que “el Hijo del
Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir”[1].
Si somos
conscientes que estamos para servir, al llegar el final del día y ver que hemos
ayudado y estado a disposición de las necesidades de los demás, podremos
concluir en lo que Jesús nos dice “Somos unos siervos inútiles; no hemos hecho
más que lo que teníamos que hacer”.
El ser
cristiano implica aprender del Señor, procurar seguir su ejemplo, y El va por
delante enseñándonos el servicio. Luego de lavar los pies a los doce les dice
“os he dado ejemplo para que, como yo he hecho con vosotros, también lo hagáis
vosotros (…). Si comprendéis estos y lo hacéis, seréis felices”[2].
El ejemplo de
Jesús nos puede iluminar para entender la vida como servicio, vivo para amar, y
amar es servir. Podemos imitar al Señor y servir en mil detalles concretos que
hacen la vida agradable a las personas con las que convivimos o trabajan. Desde
el cumplimiento cuidadoso y detallado de nuestro trabajo profesional al rezar
por las personas que necesitan de nuestra oración. Si entendemos la vida de
este modo seremos felices, con una felicidad nueva que llena nuestro corazón.
[2] Jn 13, 15.17
Sebastián
Puyal
Fuente: Opus
Dei