La paz es el resultado de “un proceso lento y paciente” que se construye día a día y señala que es un derecho fundamental del ser humano
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Imagen referencial del Papa Francisco | Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa |
Este viernes 10 de noviembre el
Vaticano ha difundido el mensaje que el Papa Francisco ha enviado con ocasión
del VI Foro de París sobre la Paz que se celebra en la capital francesa, en el
que afirma que “ninguna guerra vale la pérdida de la vida de un solo ser
humano, un ser sagrado creado a imagen y semejanza del Creador”.
En el texto, firmado por el
Cardenal Pietro Parolin, el Pontífice transmite su esperanza de que este
encuentro, que pretende reforzar el diálogo entre todos los continentes para
promover la cooperación y el diálogo internacionales, “contribuya a construir
un mundo más justo, solidario y pacífico”.
El Santo Padre destaca que este
año “el Foro se celebra en un contexto mundial extremadamente doloroso” y por
ello espera que “los compromisos asumidos favorezcan un diálogo sincero, basado
en la escucha de los gritos de cuantos sufren a causa del terrorismo, de la
violencia generalizada y de las guerras”.
Para el Pontífice, estas son
“lacras que sólo benefician a determinados grupos, alimentando intereses
particulares, desgraciadamente disfrazados a menudo de nobles intenciones”.
Asimismo, puntualiza que la paz
es el resultado de “un proceso lento y paciente” que se construye día a día y
señala que es un derecho fundamental del ser humano.
Más tarde, el Santo Padre dirige
su mirada a las personas inocentes, incluidos los niños, “que se ven privadas
del derecho fundamental y primario a la vida y a la integridad física y mental
como consecuencia de las hostilidades entre diferentes grupos o países”.
“¿Cuántas personas se ven
privadas, como consecuencia de los conflictos, de los derechos más básicos,
como el derecho al agua potable y a una alimentación sana, pero también al
derecho a la libertad religiosa, a la salud, a una vivienda digna, a una educación
de calidad y a un trabajo decente?”, se pregunta.
En su mensaje, el Papa Francisco
también denuncia la situación en la que se encuentran muchos niños, “obligados
a participar en los combates, cargando con las cicatrices físicas, psicológicas
y espirituales para el resto de sus vidas”.
Afirma que es indispensable el
derecho a la “autodefensa y la responsabilidad de proteger a aquellos cuya vida
se ve amenazada”, al mismo tiempo que se debe reconocer que la guerra “es
siempre una derrota de la humanidad”.
“Ninguna guerra vale las lágrimas
de una madre que ha visto a su hijo mutilado o asesinado; ninguna guerra vale
la pérdida de la vida de un solo ser humano, un ser sagrado creado a imagen y
semejanza del Creador”, remarca el Pontífice.
También subraya que “ninguna
guerra vale la desesperación de quienes se ven obligados a abandonar su
patria”.
“La paz no se construye con las
armas —continúa—, sino mediante la escucha paciente, el diálogo y la
cooperación”.
Por último, el Papa Francisco reitera su llamado y el de la Santa Sede a que se “silencien las armas” en todo el mundo.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa