4.11.23

¿QUÉ QUIERE DECIR EL PAPA FRANCISCO CON “ECOLOGÍA INTEGRAL”?

Tanto en Laudato Si' como en Laudate Deum, Francisco enfatiza que debemos vivir en armonía con el resto de la creación de Dios, de la cual somos parte

Romolo Tavani-Shutterstock

El 4 de octubre de 2023, el Papa Francisco emitió la exhortación apostólica Laudate Deum (LD) como seguimiento de su encíclica Laudato Si' (LS) de 2015. Los documentos abordan en profundidad el tema de la ecología y el cuidado de nuestra casa común, la tierra en la que todos vivimos.

Ahora el Papa ha anunciado que asistirá a la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.

Uno de los conceptos clave de los documentos ecológicos del Pontífice es el de “ecología integral”. ¿Qué significa esa expresión?

Ecología

En el número 138, Laudato Si' afirma que “la ecología estudia la relación entre los organismos vivos y el medio en el que se desarrollan”. Por tanto, las advertencias del Papa se refieren no sólo al deterioro del medio ambiente , sino también al deterioro de la sociedad . Los dos están entrelazados y enfrentan una crisis compartida.

Entre los males sociales que menciona el Papa Francisco se encuentran el egoísmo, el consumismo, la cultura del descarte y el relativismo. Pero también llama al mundo a valorar y respetar cada vida humana desde su concepción, abordando el valor del trabajo y los problemas de la explotación humana, los experimentos con animales y la manipulación genética.

Ecología “integral”

El Papa Francisco detalla explícitamente la idea de ecología integral en profundidad en el Capítulo 4 de Laudato Si' , y aparecen explícita o implícitamente en Laudate Deum . Aquí hay cinco ideas clave:

1. LA HUMANIDAD ES PARTE DE LA NATURALEZA, LA CREACIÓN DE DIOS.

“Somos parte de la naturaleza, incluidos en ella y por tanto en constante interacción con ella” (LS 139). Por tanto, todo lo que afecta al medio ambiente afecta también a nuestro patrimonio cultural, histórico y artístico (LS 143). Debemos cuidar ambas áreas. Esto es lo que él llama “antropocentrismo situado” (centrismo en lo humano): “la vida humana es incomprensible e insostenible sin otras criaturas”. (LD 67)

2. SABIDURÍA DE LAS CULTURAS INDÍGENAS

Las culturas indígenas a menudo han aprendido a mantener una “relación armoniosa” con la naturaleza (LD 27). Pueden proporcionar lecciones importantes, y su identidad única y su riqueza cultural merecen ser protegidas, ya que a menudo se ven afectadas por proyectos agrícolas o mineros “emprendedos sin tener en cuenta la degradación de la naturaleza y la cultura” (LS 146).

3. CALIDAD DE VIDA PARA TODOS, SIN EXCEPCIONES

Debemos garantizar la calidad de vida de las personas tanto en las ciudades como en las zonas rurales (LS 151). Debe haber igualdad de acceso a los servicios esenciales (LS 154) y a áreas “preservadas y protegidas de los constantes cambios provocados por la intervención humana” (LS 151).

4. LA DIGNIDAD DE TODO SER HUMANO Y DEL CUERPO HUMANO.

Debemos reconocer la dignidad de todo ser humano y aceptar nuestro propio cuerpo como don de Dios (LS 155), cuidarlo y respetar su pleno significado, valorando su feminidad o masculinidad. Aquí, el Papa coloca las cuestiones de género que son una parte tan importante de los debates culturales actuales en el contexto del cuidado de la creación, afirmando que el cuidado y el respeto por la creación también significan cuidado y respeto por nuestros propios cuerpos, específicamente en el respeto a la feminidad o masculinidad de nuestros cuerpos tal como fueron creados.

5. EL BIEN COMÚN

Es vital buscar el bien común, respetando a la persona humana, especialmente a la familia, célula básica de la sociedad, y a los más pobres, pensando en el mundo que dejaremos a las generaciones futuras (LS 157-159, LD 60).

Conclusión

En conclusión, la ecología integral se refiere al cuidado de la humanidad y del mundo natural del que somos inseparables. Esto comienza por respetar cada vida humana, en todas partes, desde el momento de la concepción y a lo largo de sus distintas etapas. Significa abrazar a la “hermana tierra” y realizar una conversión ecológica mediante la cual abandonemos el consumismo compulsivo y vivamos en sobriedad y humildad.

Esto comienza con pequeños cambios en nuestra propia vida cotidiana, para crear cambios culturales (LD 71). Debemos dar gracias antes y después de las comidas, y promover la educación ambiental. Necesitamos aprender a amar y cuidar la vida en todas sus formas (LD 62-65) como creación de Dios, que “muestra la riqueza inagotable de Dios”. Y necesitamos liberarnos de acumular cantidades infinitas de cosas materiales, que “pueden desconcertar el corazón e impedirnos valorar cada cosa y cada momento” (LS 222).

Mónica Muñoz

Fuente: Aleteia


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