Tanto en Laudato Si' como en Laudate Deum, Francisco enfatiza que debemos vivir en armonía con el resto de la creación de Dios, de la cual somos parte
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| Romolo Tavani-Shutterstock |
El
4 de octubre de 2023, el Papa Francisco emitió la exhortación
apostólica Laudate Deum (LD) como seguimiento de
su encíclica Laudato Si' (LS) de 2015. Los
documentos abordan en profundidad el tema de la ecología y el cuidado de
nuestra casa común, la tierra en la que todos vivimos.
Ahora el Papa ha anunciado que asistirá a la próxima
conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
Uno de los conceptos clave de los documentos ecológicos del
Pontífice es el de “ecología integral”. ¿Qué significa esa expresión?
Ecología
En el número 138, Laudato Si' afirma que “la
ecología estudia la relación entre los organismos vivos y el medio en el que se
desarrollan”. Por tanto, las advertencias del Papa se refieren no sólo al deterioro del
medio ambiente , sino también al deterioro de
la sociedad . Los dos están entrelazados y enfrentan
una crisis compartida.
Entre los males sociales que menciona el Papa Francisco se
encuentran el egoísmo, el consumismo, la cultura del descarte y el relativismo. Pero
también llama al mundo a valorar y respetar cada vida humana desde su
concepción, abordando el valor del trabajo y los problemas de la explotación
humana, los experimentos con animales y la manipulación genética.
Ecología “integral”
El Papa Francisco detalla explícitamente la idea de ecología
integral en profundidad en el Capítulo 4 de Laudato Si' , y aparecen
explícita o implícitamente en Laudate Deum . Aquí
hay cinco ideas clave:
1. LA HUMANIDAD ES PARTE DE LA NATURALEZA, LA CREACIÓN DE DIOS.
“Somos parte de la naturaleza, incluidos en ella y por tanto en
constante interacción con ella” (LS 139). Por tanto, todo lo que afecta al
medio ambiente afecta también a nuestro patrimonio cultural, histórico y
artístico (LS 143). Debemos cuidar ambas áreas. Esto es lo que él
llama “antropocentrismo situado” (centrismo en lo humano): “la vida humana es
incomprensible e insostenible sin otras criaturas”. (LD 67)
2. SABIDURÍA DE LAS CULTURAS INDÍGENAS
Las culturas indígenas a menudo han aprendido a mantener una
“relación armoniosa” con la naturaleza (LD 27). Pueden proporcionar
lecciones importantes, y su identidad única y su riqueza cultural merecen ser
protegidas, ya que a menudo se ven afectadas por proyectos agrícolas o mineros
“emprendedos sin tener en cuenta la degradación de la naturaleza y la cultura”
(LS 146).
3. CALIDAD DE VIDA PARA TODOS, SIN EXCEPCIONES
Debemos garantizar la calidad de vida de las personas tanto en las
ciudades como en las zonas rurales (LS 151). Debe haber igualdad de acceso
a los servicios esenciales (LS 154) y a áreas “preservadas y protegidas de los
constantes cambios provocados por la intervención humana” (LS 151).
4. LA DIGNIDAD DE TODO SER HUMANO Y DEL CUERPO HUMANO.
Debemos reconocer la dignidad de todo ser humano y aceptar nuestro
propio cuerpo como don de Dios (LS 155), cuidarlo y respetar su pleno
significado, valorando su feminidad o masculinidad. Aquí, el Papa coloca
las cuestiones de género que son una parte tan importante de los debates
culturales actuales en el contexto del cuidado de la creación, afirmando que el
cuidado y el respeto por la creación también significan cuidado y respeto por
nuestros propios cuerpos, específicamente en el respeto a la feminidad o
masculinidad de nuestros cuerpos tal como fueron creados.
5. EL BIEN COMÚN
Es vital buscar el bien común, respetando a la persona humana,
especialmente a la familia, célula básica de la sociedad, y a los más pobres,
pensando en el mundo que dejaremos a las generaciones futuras (LS 157-159, LD
60).
Conclusión
En conclusión, la ecología integral se refiere al cuidado de la
humanidad y del mundo natural del que somos inseparables. Esto comienza
por respetar cada vida humana, en todas partes, desde el momento de la
concepción y a lo largo de sus distintas etapas. Significa abrazar a la
“hermana tierra” y realizar una conversión ecológica mediante la cual
abandonemos el consumismo compulsivo y vivamos en sobriedad y humildad.
Esto comienza con pequeños cambios en nuestra propia vida
cotidiana, para crear cambios culturales (LD 71). Debemos dar gracias
antes y después de las comidas, y promover la educación ambiental. Necesitamos
aprender a amar y cuidar la vida en todas sus formas (LD 62-65) como creación
de Dios, que “muestra la riqueza inagotable de Dios”. Y necesitamos
liberarnos de acumular cantidades infinitas de cosas materiales, que “pueden
desconcertar el corazón e impedirnos valorar cada cosa y cada momento” (LS
222).
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia






