La propuesta de un benedictino: no es muy difícil
Comer en familia es una de las reglas benedictinas básicas, que los sociólogos confirman que es muy beneficiosa. |
Él señala que la Regla Benedictina aplicada a la vida familiar produciría cambios en estos 6
ámbitos:
1) Cambios en el trabajo
Como en un monasterio (con su "ora et labora"),
todos ayudarían en las labores
domésticas, se aceptaría e inculcaría el sacrificio de uno mismo en el
servicio a los demás. Además, quedaría claro que la vida laboral no se debería privilegiar sobre la vida
familiar.
2) Cambios en el descanso
Las películas y los juegos se compartirían juntos, no en solitario. Habría ratos
de recreo y juego en común tras
la cena familiar, parando el ritmo para encontrarnos y descansar. «El reposo es un tiempo de
comunión con Dios y con las almas y de alegría por esta
comunión», escribe el autor.
3) Cambios en las comidas
Se rezaría antes de
las comidas. Y comerían juntos los
miembros de la familia, no a horas distintas en habitaciones distintas. Sería
un momento de conversación, de compartir ideas, experiencias, tiempo. Estar juntos para comer ayuda a
las familias, y no solo no porque lo digan los benedictinos, sino
que también lo han demostrado numerosos estudios sociológicos. Pero para eso la
televisión debe estar apagada.
4) Cambios en hábitos de
consumo
Una familia "al estilo benedictino" evitará el lujo y la
superficialidad. No llenará las habitaciones de los niños de cosas y juguetes.
Se establecerá una gran
sobriedad en el uso de elementos electrónicos, tanto entre padres como
entre niños (horarios de pantallas apagadas, limitar uso de pantallas, etc...).
Se buscará que el uso de los objetos electrónicos sea comunitario: mejor ver juntos una película que ir cada uno a jugar
un juego distinto en su dispositivo particular. En cualquier caso, reduciendo
al mínimo las pantallas, se fomentaría la lectura y la conversación.
5) Cambios en la vida de
oración
Habrá un
lugar para rezar y un tiempo para rezar, a ser posible con un pequeño altar familiar para la
oración en común. Se bloqueará la "invasión mundana" creando un clima
en el que padres e hijos puedan encontrarse con Dios cada día.
6) Cambios en la caridad y
solidaridad
P. J. G.
Fuente: Religión en Libertad