Jesús hace un gesto "de comunión": para un
hebreo, tender a alguien el plato, es hacer un gesto simbólico de amistad
Hoy vamos a meditar la misma escena que
ayer, explicada esta vez por Mateo. Lo esencial es común en ambas
narraciones. Pero Mateo pone de relieve algunas significaciones diferentes
de las anotadas por Juan.
-Entonces uno de los doce, llamado Judas,
se fue a los príncipes de los sacerdotes y les dijo: "¿Qué me dais y os lo
entrego?" Se convinieron en treinta piezas de plata, y desde entonces
buscaba ocasión favorable para entregarle.
Vemos, aquí a Judas tomar la
iniciativa. Misterio de la libertad y de la culpabilidad humanas. Todos
los evangelistas subrayan que Judas iba tras el dinero: esta es la explicación
inmediata que dan al gesto aberrante de su antiguo colega.
¡El dinero!
-El día primero de los Ácimos se acercaron
los discípulos a Jesús y le dijeron. "¿Dónde quieres que preparemos para
comer la Pascua?" El les dijo: "Id a la ciudad a casa de un tal y
decidle: El Maestro dice: "Mi tiempo está próximo, quiero celebrar en tu
casa la Pascua con mis discípulos." "Mi tiempo está próximo..."
No deja de pensar en lo que se acerca.
Jesús ha previsto "esta comida" el lugar preciso lo había ya
determinado con un amigo... La "Cena", la primera Misa, no es una
comida improvisada al azar. Será una "comida pascual" evocando toda
la tradición judía. El pan sin levadura evocaba la salida rápida de Egipto en
la que no hubo tiempo de dejar fermentar la pasta: comida festiva cantando una
liberación.
-Llegada la tarde se puso a la mesa con
los doce discípulos; y mientras comían dijo: "Uno de vosotros me
entregará". Muy entristecidos comenzaron a decirle cada uno:
"¿soy acaso yo, Señor?"
Y con eso llegamos al relato de Juan. La
iniciativa de Jesús. La interrogación de los apóstoles.
-Respondió: "El que conmigo mete la
mano en el plato..."
Los detalles precisos son diferentes, pero
el sentido es el mismo. Jesús hace un gesto "de comunión": para un
Hebreo, tender a alguien el plato, es hacer un gesto simbólico de amistad.
Puede decirse que, por parte de Jesús, no
hay ninguna condena, sino el ofrecimiento de una amistad. Es Judas solo el que
se condena al rehusar la tentativa de su amigo. Por otra parte, Jesús estaba
suficientemente habituado a "comer con los pecadores", como se le ha
reprochado a menudo: y esta tarde, no menos que otras veces, no ha rechazado a
un pecador... es Judas quien se ha separado de El.
La Eucaristía, es también una comida en la
que Jesús nos ofrece la comunión con El.
Cada misa es un gesto de Jesús hacia los
pecadores que somos nosotros, siempre que no nos excluyamos nosotros al rehusar
su amor.
Haz que descubramos, Señor, la
significación simbólica de la comida que Tú ofreces a los hombres: tenemos a un
Dios que "ama a los pecadores y quiere salvarlos".
Pero, tenemos también a un Dios que
respeta nuestras libertades y no se impone.
"¿Soy acaso yo,
Rabbí?"--"Tú lo has dicho." Eres tú quien lo has dicho... eres
tú quien decide la respuesta a dar.
Jesús coloca a Judas ante su
responsabilidad. Todo sería posible todavía si Judas aceptara esta mano que
Jesús continúa tendiéndole.
Fuente: Mercaba