Una niña de 7 años sorda de nacimiento se quita el
aparato y dice: “ahora oigo”
“Yo creo, tengo fe: de otra manera no
habría venido a Lourdes. Pero quiero estar con los pies sobre la tierra. Quiero
pruebas de la ciencia. Porque no se bromea sobre estas cosas” así dice la feliz
pero pragmática mamá de la pequeña niña, sorda casi desde el nacimiento.
Durante un viaje a Lourdes con Unitalsi
con la sencillez y la gracia que sólo los más pequeños tienen, la niña se quitó
el aparato acústico y dijo: “Oigo bien, ya no los necesito”. Una alegría
infinita también por parte de los 225 peregrinos que partieron de Lombardía
para ir al santuario mariano francés.
Informó sobre la noticia en mayo el
periódico Avvenire, que ha contactado también con el director de la
peregrinación, Giuseppe Secondi, quien cuenta el estupor al oír el inédito
diálogo entre la madre y la hija, mientras interrumpía los juegos con la pequeña:
“Cuando le dije a la pequeña que no podía jugar con ella porque tenía cosas que
hacer, volvió a su mamá y la vi quitarse los aparatos acústicos sin los cuales
está condenada a la sordera –cuenta Giuseppe-. Su madre le dijo que se los
pusiera y ella respondió: ‘Oigo bien, ya no los necesito’”.
La mujer está aquí con la hija y el
segundogénito, el tercer hijo (11 meses) y el marido en casa por cuestiones de
trabajo. La familia vive en Liguria y se añadió al grupo lombardo para una
peregrinación que debía ser de agradecimiento a la Virgen porque tras las
complicaciones del nacimiento, la niña, a pesar de todo, estaba sana y llena de
vida.
“Sí, mi hija está sorda prácticamente
desde el nacimiento –explica la mujer-. Nació de 26 semanas, el día de Navidad
de 2009. Debía nacer al inicio de abril. Pesaba 800 gramos. Pasó tres meses en
el Gaslii de Génova. Para salvarla le dieron medicinas que le provocaron
algunas hemorragias cerebrales y le ‘quemaron’ los canales auditivos. Los
exámenes detectaron que padecía sordera profunda y en ambos oídos. Necesita los
aparatos acústicos”.
Y “una mañana me dije: tengo que llevar a
mi hija a Lourdes. Para agradecerle a la Virgen que la ha protegido: corría
peligro su vida, lo ha logrado y es una niña serena y feliz. Pero también para
pedir apoyo, para encontrar la fuerza de enfrentar, ella, yo, todos nosotros,
este camino de vida tan exigente”.
Y continúa: “Es la primera vez que venimos
a Lourdes. Y fue una experiencia conmovedora y bellísima”.
Ahora en el Bureau des Constatations
Médicales de Lourdes quieren toda la documentación pasada antes de hacer
cualquier evaluación y ofrecer cualquier opinión.
“He realizado treinta viajes a Lourdes
–dice finalmente Giuseppe Secondi– y he visto muchas cosas, y dolorosas, y conmovedoras.
Pero así, nunca. Esto es realmente la peregrinación de la misericordia”.
LUCANDREA MASSARO
Fuente: Aleteia






