Una visita a la
Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén (Roma)
Una
gran parte de la cruz la podemos encontrar en la Basílica de la Santa Cruz en
Jerusalén (Roma), justamente es llamada así porque fue construida para
conservar esta venerada reliquia de la pasión de Cristo. Santa Elena madre de
Constantino la hizo traer en uno de sus viajes a Tierra Santa en el 325 d.C y
es nominada “de Jerusalén” porque la base de su cimiento contiene la tierra
consagrada del monte Calvario, por lo tanto en la antigüedad era muy importante
para los peregrinos visitar esta basílica, sentían como si estuviesen en el
mismo Jerusalén.
Socrate
Scolastico (nacido cerca el 380) nos cuenta como Elena después de hacer
destruir un templo pagano que se encontraba arriba del sepulcro se encontró con
tres cruces y el “Titulus Crucis” y que para reconocer cuál de ellas era acercó
los leños a una mujer moribunda que milagrosamente quedó curada inmediatamente
después al contacto de la “verdadera Cruz”.
Donde
ahora está la basílica antiguamente fue la villa de la misma santa, que luego
con varias modificaciones a través de los años tomo la forma en la que la vemos
ahora. En uno de esos restauros efectuado por orden del cardenal Mendoza (
1478-1495) fue hallada en una caja amurallada en el arco absidal de la iglesia,
la Titulus Crucis, la tabla con las inscripciones en tres idiomas, hebreo,
greco y latín que señala la motivación de la condena a muerte. La inscripción
en hebreo se basa en diferentes interpretaciones, es más evidente en greco: IS
NAZARENUS B[ASILEUS TVN IOUDAIVN] y en latín: I. NAZARINVS RE[X IVDAEORVM]
(Jesús el nazareno, el rey de los judíos).
En
la actual capilla donde se encuentra el leño de la Santa Cruz, se encuentran
también estas reliquias: fragmentos de la gruta de la Natividad y del
Santo Sepulcro, la falange del dedo de Santo Tomás, el patíbulo del buen ladrón
y dos espinas de la Corona de Jesús.
Para
llegar a la capilla se accede por un corredor que simboliza la ascensión hacia
el calvario.
Todos
los peregrinos que la visitan suelen buscar la cruz como la tenemos presente
simbólicamente pero se desilusionan al encontrar solo el travesaño y esto es
porque la otra parte fue fragmentada y varios pedazos son venerados en varias
partes del mundo, también se dice que varias iglesias en Roma conservan en su
piedra fundamental un fragmento de la cruz.
Fuente: santacroceroma.it