Una eurodiputada ecologista encarga un informe sobre
asociaciones que se oponen al aborto en Europa en el que se alerta de que grupos
provida son capaces de influir en las políticas de la Unión Europea
El mundo al revés.
Quienes defienden la familia y la vida, es decir los valores que durante casi
dos mil años han hecho posible la civilización occidental y la propia Unión
Europea, son ahora los enemigos públicos.
Y desde donde se lanza
esa acusación es nada menos que desde el Parlamento Europeo. Eso es, al menos,
lo que pretende una eurodiputada en un informe donde señala con el dedo a
quienes defienden esos valores y se oponen a la cultura de la muerte (que
ella llama eufemísticamente derechos reproductivos de la mujer).
En la lista negra de
esta peculiar caza de brujas está en primer lugar el Vaticano (¿?), y después
500 movimientos pro-vida y pro-familia de 30 países de Europa. Desde Mum, Dad
and Kids hasta One of us, y líderes que luchan por esas causas como Sophia
Kuby, Gregor Puppinck, o los españoles Mayor Oreja e Ignacio Arsuaga.
La consultora jurídica y
política polaca, Elena Zacharenko, ha elaborado un informe encargado por
la eurodiputada ecologista finlandesa Heidi Hautala en el que señala
a diversas asociaciones provida europeas a las que denomina “anti-choice”
(anti-elección) y que, en su opinión, han comenzado a organizarse “para
oponerse a la salud sexual y los derechos reproductivos”.
Precisamente el informe
se titula “Estudio para los responsables políticos sobre la oposición a la
salud sexual y los derechos reproductivos en Europa” y alerta de que estos
grupos provida -aunque en ningún momento empleen el término- son capaces de
liderar movilizaciones a las que acuden “decenas de miles de seguidores”
llegando incluso a influir en las políticas de la propia Unión Europea.
Contra el Vaticano
Según recoge el estudio
de Zacharenko, “existen vínculos claros entre los actores anti-elección en cada
país, tanto a nivel europeo como internacional, como lo demuestra el uso de
tácticas y argumentos similares dentro de estos diferentes entornos”.
En total, el
informe asegura que hay cerca de 500 movimientos y organizaciones
anti-elección en más de 30 países de Europa.
La primera organización
‘enemiga’ señalada en el informe -y calificada como el ente de oposición más
influyente- es el Vaticano.
El estudio alerta de que
la jerarquía católica presenta a la familia “como una unidad básica de la
sociedad” e incluso se atreve a hablar sin rubor alguno de que la libertad de
expresión protege “el discurso homofóbico”. Es decir, insinúa abiertamente que
esta libertad no debe amparar los postulados provida.
Una multitud de voces
Para la autora del
informe es todo un problema que la visión cristiana pueda ser defendida gracias
a la libertad de expresión.
Así presenta el punto de
vista cristiano: “El derecho a la vida implica protección desde el momento de
la concepción. Además, se considera que la libertad religiosa y la
libertad de expresión protegen el discurso religioso homofóbico, la
discriminación religiosa arraigada y la objeción de conciencia por parte de los
profesionales en contra del aborto”.
Sostiene que
“a menudo estas organizaciones emplean la táctica de establecer entidades
aparentemente nuevas, que unen a individuos ya activos en organizaciones
anti-elección existentes, creando así una impresión de una multitud de voces
que apoyan la causa”.
Una de estas
organizaciones señaladas en la caza de brujas es Alianza en la Defensa de
la Libertad (ADF). La autora le acusa de utilizar litigios judiciales para
“defender la libertad religiosa, la santidad de la vida, el matrimonio y la
familia”.
La directora en Europa
de ADF Internacional, Sophia Kuby, es una de las personas que
aparecen mencionadas en el informe. Kuby, que opera desde Bruselas, pertenece
además al consejo de otra “organización anti-elección” (aborto), European
Dignity Watch.
Sobre esta última
apuntan que es un observatorio que “se dedica al análisis de políticas, a
ejercer presión sobre legislaciones que van contra la discriminación, así como
cuestiones bio-éticas de una lucha contra la discriminación”.
Aborto y adolescentes
embarazadas
Otro de los señalados
es Roger Kiska, asesor jurídico de ADF y miembro del Comité de la
Iniciativa Ciudadana provida Mum, Dad and Kids. El informe tacha a tal
organización de ser “anti LGTB”.
El estudio recuerda que
ADF International estuvo al frente de #DefundIPPF, una campaña contra la
multinacional del aborto Planned Parenthood. ADF es acusada de ejecutar tal
campaña de la mano del Grupo de Trabajo del Partido Popular Europeo sobre
Bioética y
Dignidad Humana, “un
evento creado en el parlamento europeo en octubre de 2015 diseñado para
calumniar a Planned Parenthood”.
La asociación
francesa Alliance Vita y su fundadora Christine Boutin, del
partido de inspiración cristiana Force Vie, tampoco se libran de las
acusaciones de Elena Zacharenko. La organización gala fue fundada en 1993
gracias al auge de este partido contrario al matrimonio gay. El informe les acusa
de engañar “al presentar propaganda antiaborto como ‘asesoramiento’ a
adolescentes embarazadas”.
El siguiente en la lista
negra es la Federación de Asociaciones de Familias Católicas en
Europa. El informe lo califica de “grupo de presión conservador y una organización
paraguas que actúa en el Consejo de Europa”. El estudio recuerda que se trata
de una organización de ideas afines a European Dignity Watch.
Tampoco se salva de
estar en el punto de mira la Federación Pro Europea Cristiana,
organización que, según el informe, surge de “un movimiento ultraconservador”
llamado Tradición, Familia, Propiedad, cuyos miembros -señala el estudio-
“piden una cruzada en el siglo XXI para llevar a cabo una revolución
cristiana”.
La siguiente en la lista
negra es One of Us. La entidad, calificada “anti-elección” (esto es
anti-aborto), es el resultado de una multitud de organizaciones provida que en
2012 decidieron unirse para pedir que la UE deje de financiar actividades que
supongan la destrucción de embriones humanos. De esta forma, la autora centra
el tiro contra los impulsores de la iniciativa provida y profamilia.
El principal es su
presidente, el francés Patrick Gregor Puppinck, director del Centro
Europeo de Derecho y Justicia. También aparecen en el informe destacadas figuras
políticas que han participado en alguno de los foros organizados por One of Us.
Es el caso de la
ministra de Familia de Hungría, Katalin Novak, el ex ministro de Justicia
español, Alberto Ruiz-Gallardón, el ex ministro del Interior Jaime
Mayor Oreja o el ministro de Asuntos Europeos polaco, Konrad
Szymanski.
Asímismo el informe de
Hautala y Zacharenko nombra en el entorno de One of Us a organizaciones
como La Manif pour Tous o el Centro Europeo por la ley y la
Justicia.
Hay más referencias a
España. Una de ellas esa a CitizenGo y otra a HazteOir.org. En
el informe se define a HazteOir.org como una plataforma de peticiones en línea
que genera donaciones públicas y apoyo a campañas dirigidas a promover una
agenda cristiana conservadora, frecuentemente en contra del aborto.
La autora de la lista
negra recoge que en 2013 el presidente de HazteOir.org, Ignacio
Arsuaga, fundó la versión internacional: CitizenGo. Y sostiene que el
enfoque de CitizenGo es aún más amplio porque dirige sus campañas a
niveles superiores tales como la Unión Europea o la ONU.
No escapa a la caza de
brujas Profesionales por la Ética. Heide Hautala señala que si bien esta
organización con sede en Madrid opera principalmente en el contexto español,
está acreditada ante el Parlamento Europeo, la Plataforma de Derechos
Fundamentales de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE en Viena y la
OSCE (Organización para la seguridad y la cooperación en Europa).
Ana Fuentes
Fuente: Actuall