“Jugar
bien ayuda también a salvar el mundo porque la alegría ayuda a Jesús a salvar
al mundo”
En
la visita que realizó este domingo 21 de mayo a una parroquia de la periferia
romana, el Papa Francisco dialogó con un grupo de niños a quienes les habló
sobre lo que pueden hacer para ayudar a salvar al mundo.
Una
de las preguntas que le hicieron los pequeños que se reunieron con él fue “¿qué
podemos hacer para salvar al mundo?”, a lo que el Santo Padre respondió,
primeramente, con la oración, para luego agregar:
“¡El
mundo es grande! Un niño, un chico, una chica, una niña, ¿pueden ayudar a la
salvación del mundo?”.
En
un diálogo alegre y espontáneo con los niños, el Papa resaltó que ellos pueden
ayudar en esta tarea “respetando a las personas, también a aquellas que no nos
quieren, y si alguien me ha hecho mal ¿qué debo hacer? ¿También puedo hacerle
el mal a él?”.
Los
niños contestaron contentos y al unísono con un sonoro “¡No!”, a lo que el
Pontífice dijo que ciertamente eso es lo que toca hacer porque “no es bonito” y
preguntó bromeando: “¿puedo llamar a la mafia para que haga algo?” y los niños
respondieron varias veces que no.
Francisco
prosiguió también con un contundente “¡No!” a su propia pregunta y precisó: “también
(los que nos hacen mal) deben ser respetados. Han respondido bien. Vean con
cuántas cosas podemos ayudar a Jesús a salvar al mundo. Y esto es bello, ¡es
muy bello!”
“¿Y
si yo hago las tareas en casa y la mamá me deja salir a jugar con los amigos o
las amigas, o a jugar un partido?”, preguntó el Papa.
La
respuesta de los niños fue un claro “¡Sí!”, a lo que Francisco dijo: “jugar
bien ayuda también a salvar el mundo porque la alegría ayuda a Jesús a salvar
al mundo”.
“La
alegría es una cosa muy bella”, dijo luego el Papa.
Dirigiéndose
después al pequeño de 11 años que le hizo la pregunta, el Pontífice dijo que a
esa edad “jugaba al fútbol. Sabes, yo no era muy bueno en el fútbol, y entre
nosotros, a aquellos que no son buenos en el fútbol se les llama ‘pata dura’.
Yo era un ‘pata dura’, y por esto a menudo hacía de portero, para no moverme:
era mi papel”.
Fuente:
ACI Prensa