Francisco, que por estos
días se encuentra de vacaciones, contó entre sonrisas la historia del pequeño
cartel al término de una audiencia que tuvo a inicios de semana
La
foto de un pequeño cartel ha comenzado a circular en redes sociales y medios de
comunicación con una frase que desde ya se considera una “advertencia” del Papa
Francisco a todos los que pasan delante de su habitación en la residencia Santa
Marta: “Prohibido lamentarse”.
La
foto ha sido tomada por un sacerdote anciano, italiano y antiguo amigo del
Santo Padre que al notar la presencia del cartel le pidió autorización a
Francisco para fotografiarlo y divulgarlo.
“Prohibido
lamentarse. Los transgresores sufren de un síndrome de victimización con el
consecuente abajamiento del tono del humor y de la capacidad de resolver
problemas. La medida de la sanción será duplicada siempre que la violación (de
la norma) se cometa en presencia de niños. Para llegar a ser lo mejor de uno
mismo se necesita concentrarse en las propias potencialidades y no en los
propios límites. Deja de lamentarte y actúa para mejorar tu vida. Doctor Salvo Noé”, señala el
cartel.
Francisco,
que por estos días se encuentra de vacaciones, contó entre sonrisas la historia
del pequeño cartel al término de una audiencia que tuvo a inicios de semana.
Según
el relato recogido por La Stampa, el Santo Padre explicó que ese cartel es una
invención del psicólogo y psicoterapeuta Salvo Noé, autor de libros y cursos
motivacionales. En la última de sus obras dedicó algunas páginas al Pontífice.
Así,
el pasado 14 de junio al terminar la audiencia en la Plaza de San Pedro, Noé
tuvo la oportunidad de saludar por algunos instantes al Papa y le regaló el
libro, una pulsera y el cartel, que fue inmediatamente apreciado por el Santo
Padre. Francisco le dijo que “lo pondré en la puerta de mi oficina donde recibo
a las personas”.
Sin
embargo, señaló La Stampa, la oficina donde el Papa recibe para las audiencias
se encuentra en el Palacio Apostólico, cuya austeridad y belleza no habrían
armonizado bien con aquella prohibición un poco goliardesco. “Así, Francisco
decidió colocarlo sobre la puerta de su apartamento”.
Fuente:
ACI Prensa