¿No dijo Jesús: "no
llamen padre a nadie"?
Puede
ser un poco confuso. Jesús dijo -está registrado en el Evangelio de Mateo-: “No
llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el
que está en el cielo” (Mt. 23, 9). A primera vista, esto parecería contradecir
la costumbre católica de llamar “padre” a los sacerdotes. Aun más: ese
versículo suena como que no deberíamos llamar a nuestro padre, “padre”, y que
la única persona a la que podemos llamar “Padre” es Dios.
¿Entonces qué vamos a
hacer?
En
el contexto, Jesús se dirige a la hipocresía de los escribas y fariseos. El
padre William Saunders, en un artículo en Catholic
Exchange resume lo que Jesús estaba tratando de decir.
“Nuestro
Señor los castiga por no dar un buen ejemplo; por crear pesadas cargas
espirituales para los demás con sus diversas reglas y regulaciones; por ser
altaneros en el ejercicio de su oficio; y promocionarse buscando lugares de
honor, buscando marcas de respeto y usando símbolos ostentosos. Básicamente,
los escribas y los fariseos habían olvidado que eran llamados a servir, al
Señor y a los que se les había confiado, con humildad y espíritu generoso.
Dado
ese contexto, Jesús dice no llamar a nadie en la tierra con el título de “Rabino”,
“Padre” o “maestro”, en el sentido de arrogarse a sí mismo una autoridad que
descansa en Dios y de olvidar la responsabilidad del título.
Catholic Answers añade
una aclaración y explica cómo “[Jesús] estaba usando la hipérbole (exageración
para hacer un punto) para mostrar a los escribas y fariseos cuán pecadores y
orgullosos eran por no mirar humildemente a Dios como fuente de toda autoridad
y paternidad y enseñanza y, en cambio, establecerse como las últimas
autoridades, figuras paternas y maestros”.
Esto
ayuda a entender por qué Jesús usó algunas veces el título de padre para
alguien que no es Dios, incluyendo “Padre Abraham”, el padre del Hijo Pródigo y
otros padres terrenales (ver Mateo 10, 37). Jesús se estaría contradiciendo a sí
mismo si pretendiera una aplicación estricta de sus palabras a los fariseos. El
contexto es siempre la clave para interpretar pasajes difíciles.
Con eso en mente, ¿por qué
los católicos llaman a los sacerdotes “padre”?
Los
sacerdotes siempre han sido vistos en la Iglesia católica como padres
espirituales. San Pablo dejó esto claro al escribir a los Corintios: “No les
escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis
propios hijos, pues los amo. Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez
mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les
anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús” (1
Corintios 4, 14-15).
Incluso
el Papa desde el principio ha sido conocido como “papa”, que es un término
latino para “padre” utilizado por un niño.
El
término representa la paternidad espiritual de todos los sacerdotes y cómo
somos sus hijos en la fe. Ellos pasan y cultivan la fe y nos aconsejan como un
padre aconseja a su hijo o hija. Esta es una de las razones por las cuales la
Iglesia Occidental todavía favorece el celibato en el sacerdocio, permitiendo a
los sacerdotes la libertad de ser padres espirituales para el rebaño que Dios
les ha confiado
Philip Kosloski
Fuente:
Aleteia