“Todos conocemos a muchas
personas que, con su fragilidad, también graves, han encontrado, el camino de
una vida buena y rica de significado”. Pero al mismo tiempo “conocemos personas
aparentemente perfectas y desesperadas”
El
Papa denunció que la sociedad actual intenta eliminar la vida cuando
presenta alguna deformación, pero también rechaza a todo aquel que tiene alguna
discapacidad.
En
un encuentro con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización que celebró esta semana una reunión sobre la pastoral para
personas discapacitadas, el Santo Padre manifestó que “todavía es demasiado
fuerte la mentalidad común de una actitud de rechazo de la condición de
discapacitado, como si ella impidiese ser feliz o realizarse a sí mismo”.
Y
esto “lo prueba la tendencia eugenésica de suprimir a los niños antes de nacer
que presentan alguna forma de imperfección”.
“Todos
conocemos a muchas personas que, con su fragilidad, también graves, han
encontrado, el camino de una vida buena y rica de significado”. Pero al mismo
tiempo “conocemos personas aparentemente perfectas y desesperadas”.
Francisco
afirmó que la respuesta a dar es “el amor”. “No uno falso, tierno y lleno de
piedad sino uno verdadero, concreto y respetuoso”.
En
este sentido, afirmó “que la fe es una gran compañía de vida cuando nos permite
tocar con la mano la presencia de un Padre que no deja nunca solas a sus
criaturas, en ninguna situación de su vida”.
“La Iglesia no
puede ser ‘muda’ o estar ‘desentonada’ en la defensa y promoción de las
personas con discapacidad. Su cercanía a las familias les ayuda a superar la
soledad en la que a menudo se encierran por la falta de atención y ayuda”.
A
su vez, el Papa manifestó que “no pueden faltar en las comunidades la palabra y
sobre todo los gestos para encontrar y acoger a las personas con discapacidad”.
“Especialmente,
la liturgia dominical deberá saberle incluir, para que el encuentro con el
Señor Resucitado y con la misma comunidad pueda ser fuente de esperanza y de
ánimo en el camino no fácil de la vida”.
Por
último, recordó que “la catequesis está
llamada a descubrir y expresar formas coherentes para que cada persona, con sus
dones, sus límites y sus discapacidades, también graves, pueda encontrar su
camino a Jesús y abandonarse a Él con la fe”.
El
Papa instó también a los sacerdotes a “no caer en el error neo-pelagiano de no
reconocer la exigencia de la fuerza de la gracia que viene de los Sacramentos de
la iniciación cristiana”.
Fuente:
ACI Prensa