Jóvenes descubren la plenitud de
la vida cristiana en un nuevo movimiento nacido en España
Lo que comenzó hace cuatro años como una
reunión de jóvenes que querían compartir la fe se está convirtiendo en un
movimiento apostólico cuyo carisma se ha extendido ya a 13 ciudades españolas.
Los diez primeros querían
prepararse para ir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de 2013 en Río de
Janeiro. Les acompañaba el sacerdote José Pedro Manglano. Cada semana asistían
a una charla semanal que concluía con una adoración eucarística. Y comenzaron a
cantar, a componer música religiosa, a su manera.
En julio de 2013, antes de reunirse con
el Papa, hicieron en Brasil su primer mes de voluntario. Ya eran 97.
En la JMJ amenizaron con sus canciones las Horas santas. Nacía Hakuna como
grupo musical.
En Madrid continuaron
formándose y adorando al Santísimo con sus canciones. A Tánger fueron unos
cuantos en Semana Santa y a Calcuta se escaparon muchos más el verano
siguiente.
Allí se consolida el grupo y
surge la idea de grabar el primer disco pues habían descubierto que, con su
música lograban ayudar a la gente, “al que sufre en soledad”, al que está
“sediento de amor”.
Hakuna es mucho
más que un grupo de música, mucho más que un grupo de jóvenes. Su vida
gira en torno a la Hora Santa semanal.
Son amigos que
buscan a Dios, comparten la fe y avanzan juntos en el seguimiento a Jesús.
Y lo descubren al arrodillarse ante Él.
“Porque ese ‘arrodillarse’, explica Don
José Pedro Manglano, constituye una actitud ante la vida.
Arrodillados ante la Hostia, aprendemos a vivir arrodillados ante los
compañeros de trabajo, ante la familia, ante la vida, ante los necesitados…”
Atraídos por la transformación del amigo
¿Por qué alguien alejado de la fe y de la
Iglesia se acerca a Hakuna? “Cada uno tiene sus motivaciones, conscientes o
inconscientes: por amistad, por curiosidad… Son variadas”.
“En el fondo, diría que las
personas se acercan por amistad -continúa- y porque alguien ha sufrido una transformación. El
cristianismo se extiende por contagio y aquí se nota que es así. Creo que hay un deseo, una
envidia, de algo que se ve cumplido en el amigo”
De
Hakuna atrae la manera de quererse y el modo de tratar a la otrapersona.
“Es un modo de querer
auténtico”, prosigue Manglano.
¿La gente nota cuando se le
quiere de verdad? “Tenemos más olfato que los perros para
oler el amor verdadero. La paz se nota en todo:
en los ojos, la mirada… La paz baña el cuerpo. Incluso eso hace que se
transmita belleza”.
Manglano asegura que se puede
ser muy positivo con respecto a la actitud de los jóvenes hacia la
espiritualidad y a la religión, porque “hay una sed de Dios completa en la
juventud”. “Todos los anhelos del hombre, imagen de Dios pero caído, están
inquietos, están vivos”, afirma.
Grupos de amigos
Los miembros de Hakuna se dividen en
cuatro grupos: Universitarios, Jóvenes Profesionales, Matrimonios
y Frontera (que incluye parejas de novios y recién
casados). Todo ellos integran una asociación privada de fieles que ha sido ya
aprobada por la Archidiócesis de Madrid.
Hay cuatro ejes de actividad
en Hakuna: los Compartiriados, los Revolcaderos, las Escapadas y los God Stop.
- ¿Compartiqué? Compartiriados, de “compartir”. Vamos a visitar a un enfermo, a una persona que está sola… y eso se hace no como un acto de buena voluntad sino como un compartir.
2. Revolcaderos: conocerse,
quererse. Parece que recuerda
a “revolcarse por el suelo”. Bueno, en realidad es profundizar en un tema,
moverse en él de un lado y de otro, como cada uno quiere. En los Revolcaderos,
cada 15 días alguien expone un tema que sirve para avanzar en la fe. El
objetivo es conocerse, quererse y adquirir criterio cristiano. Los temas de los
Revolcaderos son muy variados: cada tiempo litúrgico (por ejemplo, Adviento,
Navidad, Cuaresma, Pascua…), la pobreza (porque el Papa Francisco ha
institutido la Jornada Mundial de los Pobres), el sentido de la vida y de la
muerte. Cada persona que lo da lo prepara a su manera aunque siempre dispone de
una bibliografía. Habla unos 20 minutos y luego se comenta. Esas sesiones se
dan en un bar, en una casa, donde sea, y a veces acaban en una cena o en un ir
a tomar algo.
3. Escapadas: “espacios de vida”. Podemos estar
hablando de peregrinaciones, irse de copas, excursiones… Suelen ser la
actividad por la que llegan a Hakuna las personas alejadas de la fe. Son algo
así como un primer paso. Hay un contacto con la vida, se nota el afecto…
4. God Stop:
encontrar a Dios en el viaje. Son “la parada
de Dios”. Son algo similar a unos ejercicios espirituales. Se hacen de viernes
a domingo y básicamente la actividad que se lleva es la de la liturgia vivida
por la comunidad contemplativa donde se realiza el God Stop (un convento, un
monasterio…) y la veneración de la Cruz.
Más de 12 ciudades
Lo que comenzó en Madrid
ahora ya se ha extendido por otras 12 ciudades: Barcelona, Valencia,
Alicante, Cartagena, Murcia, Málaga, Granada, Mallorca, Salamanca, Lleida,
Girona y Zaragoza. Hay más de 20 grupos formados. La parroquia de Madrid la de
San Josemaría y la de Barcelona es Santa Inés.
Ya que comenzó en la parroquia
de San Josemaría de Madrid y José Pedro Manglano es sacerdote del Opus Dei,
¿tiene alguna relación Hakuna con esa prelatura? “No hay relación. Hakuna
colabora con todas las iniciativas diocesanas. Cada grupo busca un templo para
hacer la Hora Santa y cada párroco lo vincula a su parroquia de la manera
que quiere, siempre para vitalizar, para crecer…”.
Blanca
de Ugarte/Dolors Massot
Fuente:
Aleteia