8.2.18

DIOS SÍ, ¿RELIGIÓN NO?

¿Cómo puede alguien considerarse seguidor de Jesús si no respeta sus deseos y sigue sus enseñanzas?

Cuando hablamos de “religión” nos referimos a una serie de creencias y prácticas sobre lo que el hombre considera divino o sagrado… estas creencias pueden ser de tipo existencial, moral o sobrenatural… hay religiones que están organizadas y otras carecen de toda estructura formal… hay las que agrupan millones de personas y hay las que tienen unos pocos adeptos o seguidores…

Hay religiones que creen en uno solo dios… estas se llaman monoteístas y entre ellas se encuentra el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam… también hay religiones que creen en más de un dios, estas se dividen en politeístas (una jerarquía de dioses) y dualistas (dos divinidades opuestas)… también existen religiones que equiparan el concepto de “dios” al universo o a la naturaleza (Panteísmo)… e inclusive, hay aquellas que rechazan totalmente el concepto de dios o dioses, como el Budismo y el Taoísmo…

De esto se desprende que una persona puede ser “religiosa” -creer en “algo” y/o pertenecer a una “religión”- y no necesariamente creer en “dios” de la manera que nosotros, los cristianos, lo entendemos… por otra parte, si una persona cree en “dios” -independientemente del concepto de “dios” que elija creer-, por definición ya es una persona “religiosa” bien sea que se adhiera a una religión formalmente establecida o tenga su propia religión particular…

Después de esta no tan breve introducción, les explico que este artículo responde a varios comentarios existentes en las redes sociales… y que en cierta medida parecen estar “inspirados” por un video que se ha propagado en forma “viral” por las redes sociales…

El video en cuestión es un poema en el cual su autor presenta las razones por las cuales “odia la religión, pero ama a Jesucristo”… como explicaba al comienzo, esto es una contradicción pues el mero hecho de amar y pretender seguir a Jesús es, de por sí, un acto religioso… además, la contradicción aumenta cuando vemos que el joven cambia indistintamente entre los conceptos “religión” e “Iglesia” durante su poema con el fin último de probar que Jesús es más que Iglesia/Religión… tampoco podemos dejar de notar que los “argumentos” que presenta son una serie de medias verdades sacadas fuera de contexto… lo que hace que me cuestione la honestidad de su intención…

Iglesia significa “asamblea” y se refiere al grupo de creyentes que comparten unas mismas creencias religiosas o una misma religión… la Iglesia son los fieles, la religión es lo que los une bajo una fe común… son realidades complementarias, pero no intercambiables… de hecho, para un católico Cristo e Iglesia representan una misma realidad… Cristo es la Cabeza y los fieles conforman su Cuerpo, pero todos juntos forman la Iglesia… así que no es posible amar a Uno (Cristo) y odiar la otra (Iglesia)

Es interesante todo este concepto de pretender ser cristiano y seguir a Jesucristo sin su Iglesia… en realidad lo que se busca es quitar las normas y cánones… para, de esta forma, fabricar una iglesia hecha a la medida y según las conveniencias particulares de cada cual… pero, ¿es eso lo que quería Jesús…?

La meta de todo discípulo de Jesús debería ser parecerse al Maestro… y Jesús fue un hombre religioso… recordemos sus palabras:

«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una letra o una tilde de la Ley sin que todo suceda» (Mateo 5, 17-18)…

La vida de Jesús no puede limitarse a su Sacrificio en la Cruz… ese fue el acto supremo de Amor de Dios por el cual Cristo redimió a la humanidad… con éste “se inicia la nueva Creación, en la cual todo hallará de nuevo su pleno sentido y cumplimiento” (CIC 349)… pero toda su vida, desde que la Anunciación marcó el momento de la Concepción de Jesús en el seno de María… hasta su Ascensión a los Cielos… toda palabra, todo gesto y toda enseñanza… todo iba encaminado a preparar a sus discípulos para que continuaran su Misión de llevar el anuncio de Salvación a todas las gentes…

Decir que Jesús no quería una Iglesia es erróneo y contrario a las Escrituras… recordemos que en las cercanías de Cesarea de Filipo, Jesús le pregunta a los Apóstoles quién dicen ellos que es Él… y ante la confesión de Simón Pedro, Jesús le responde: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mateo 16, 13-19)… Después de leer este pasaje, ¿cómo puede negarse la intención de Jesús de formar una Iglesia…?

El Evangelio también nos muestra el deseo de Jesús de que esa Iglesia fuera “una”, como Él y el Padre son uno… y que en esa unidad, diera testimonio de Él… Jesús le entrega el poder de retener y perdonar pecados, un poder que solamente le corresponde a Dios y que Él seguirá ejerciendo a través de ellos… a Pedro le da la encomienda especial de confirmar a los demás Apóstoles en la fe… y de apacentar a sus ovejas… finalmente, promete que estará con ellos, con su Iglesia, todos los días hasta el fin del mundo… y envía al Espíritu Santo para guiarlos… ¿Cómo puede alguien considerarse seguidor de Jesús si no respeta sus deseos y sigue sus enseñanzas…?

El libro de los Hechos y las Cartas de los Apóstoles nos muestran cómo era la Iglesia primitiva… y observamos una Iglesia jerárquica, donde se acudía a los Apóstoles para la toma de decisiones… vemos cómo la celebración cristiana se establece en torno a la Fracción del Pan… y cómo Pablo advierte de no acercarse a esta “Cena” indignamente… esa es la Iglesia que preservó las Tradiciones que los Apóstoles recibieron de Jesús… y las transmitió a las siguientes generaciones… es en esa Iglesia donde nació la Biblia… y es esa Iglesia la que le confiere la autoridad para considerarla “Palabra de Dios”… sin ella no conoceríamos a Jesús… y fuera de ella no somos verdaderos discípulos suyos…

Seguir a Dios -al Dios de los cristianos- sin su Iglesia es una tarea difícil… pretender seguirlo sin ninguna iglesia o sin una religión no sólo es imposible, sino que carece de todo sentido y razón… solamente una cosa tengo clara al ver el éxito aparente de este video en las redes sociales: la superficialidad con la que las gentes reciben el mensaje del Evangelio… y la ignorancia que impera en los “cristianos” sobre el Dios que dicen seguir…


Fuente: Catholic.net


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