Sexta meditación del P.
José Tolentino de Mendonça
En
la cuarta jornada de los Ejercicios Espirituales para el Papa y la Curia
romana, el predicador portugués, José Tolentino de Mendonça en la sexta
meditación afrontó el tema: “Las lágrimas narran una sed”.
“Nuestra
biografía puede ser narrada también a través de las lágrimas: de alegría, de
fiesta, de emoción, y también de noche oscura, de sufrimiento, de abandono, de
arrepentimiento y de constricción”.
El
dolor de aquellas lágrimas –afirma el Predicador– Dios las conoce todas y las
acoge como una oración. Tengamos confianza en Él, no las escondamos a Él.
“Las
mujeres de los Evangelios –ha dicho el Predicador– conceden el derecho de la
ciudadanía a las lágrimas, mostrando cuanto sea grande la importancia de este
signo”.
Porque
las lágrimas son también la zona visible, transparente y viva de nuestros
deseos; fluyen desde dentro de nuestro cuerpo, pero expresan la más recóndita e
intensa interioridad. Ya que en los humanos, recuerda el Predicador, el llanto
es siempre una forma de relación.
Las
mujeres no están ausentes en los Evangelios –ha descrito el P. Tolentino– es un
hecho, pero es necesario que aprendamos a apreciar mejor su presencia, porque
en ellas podemos captar un estilo singular de búsqueda de Jesús y de un
discipulado genuino.
Servicio escondido
Así,
el sacerdote portugués ha indicado que las mujeres del Evangelio se expresan
con gestos: “Se empeñan en el servicio escondido, donde el bien del otro
es colocado en primer lugar, más que en las preocupaciones de poseer el
liderazgo o de estar siempre un paso adelante”.
El
Padre José Tolentino de Mendonça ha apuntado que uno de los elementos que une a
los varios personajes femeninos en Lucas “son las lágrimas” y ha enumerado
algunos ejemplos: La viuda de Nain, la pecadora, las mujeres de Jerusalén… “En
la mujer, existe una densidad existencial, un sabor de la cotidianeidad, que
perfuma la fe; existe una sensibilidad que envuelve el todo de la vida, incluso
cuando esta es minúscula y frágil”.
Retiro de Cuaresma
La
tarde del domingo 18 de febrero de 2018, el Papa Francisco se fue del Vaticano
para participar en sus ejercicios espirituales cuaresmales anuales en la Casa
‘Gesù Divin Maestro’ (la Divina Casa Maestra) en la ciudad de Ariccia, cerca de
Roma.
Durante
una semana, el Santo Padre permanecerá allí orando con los miembros de la Curia
Romana.
El
retiro concluirá en la mañana del viernes 23 de febrero. Hasta entonces, todas
las actividades del Papa, incluida la audiencia general semanal, el 21 de
febrero, se suspenderán.
Rosa Die Alcolea
Fuente:
Zenit