La ley
«asume todo el entramado lingüístico de la ideología de género, que pretende
eliminar los conceptos de varón y mujer», intentando así «deconstruir el cuerpo
humano, el matrimonio y la familia», denuncian los obispos
Los obispos del sur de
España han alertado contra la ley andaluza sobre el colectivo LGTBI que «asume
todo el entramado lingüístico de la ideología de género, que pretende eliminar
los conceptos de varón y mujer», intentando así «deconstruir el cuerpo humano,
el matrimonio y la familia».
Los prelados también han
asegurado que la «Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no
discriminación del colectivo LGTBI» en Andalucía «excede con mucho su objetivo
de combatir la discriminación» e impone una «determinada visión moral» que es
«una amenaza para la vida familiar, la educación y el ejercicio de la
medicina».
Es por tanto, han asegurado
los obispos tras su CXXXIX Asamblea, «una ley que compromete la libertad de
pensamiento, la libertad de conciencia, la libertad de educación y enseñanza, y
la libertad religiosa».
Aunque consideran que
«aparentemente persigue un fin bueno, como es el respeto a todas las personas
independientemente de su condición y tendencia sexual», creen que esta ley
puede dar lugar a la imposición a todos los ciudadanos andaluces de «una
ideologizada visión concreta del hombre».
En este sentido, los
obispos del sur recuerdan que la «misión» de una ley «es hacer crecer la
justicia y no imponer legalmente una determinada idea moral». «Cuando un Estado
quiere imponer una ideología cae en la injusticia y promueve el totalitarismo
del pensamiento único».
En el comunicado, los
prelados también se muestran preocupados porque la ley «quiera abordar el
tratamiento médico defendiendo una medicina que responda exclusivamente al
deseo subjetivo del paciente». No existe el «derecho a un tratamiento concreto,
pues este puede estar contraindicado y ser perjudicial según el caso del que se
trate». Al contrario, «debe existir, más bien, el derecho a ser tratado
adecuadamente. Ninguna institución tiene el derecho a imponer un tratamiento
médico por razones ideológicas».
Antes de concluir, explican
que «el ser sexuado de la persona humana es constitutivo de su ser y no es
posible sustituir lo que biológica y constitutivamente se es por lo que
libremente se decide ser» o «por aquello que se construye cultural y
socialmente. Ni la conciencia, ni la voluntad, individual o colectiva, crean o
determinan lo que somos».
Concluyen afirmando que
todas las personas, sea cual sea su orientación sexual, «merecen respeto y es
justo evitar discriminaciones; pero esto no puede dar lugar a la promoción e
imposición de ideas defendidas por la ideología de género» e invitan a «no permanecer
pasivos ante el peligro» que a su juicio suponen los postulados de la
mencionada ley para la libertad religiosa, de educación y de pensamiento.
Fnte: Alfa y Omega