“Es el camino de la
conversión por amor: ‘tú me has dado tanto amor, también yo te doy este amor’”
El Papa durante la Misa. Foto: Vatican Media |
El
Papa Francisco alertó contra la fe “interesada” que algunos tienen e invitó a
pensar lo que Dios ha hecho en la propia vida y devolver el amor recibido.
En
la homilía que pronunció en la Misa en la Casa de Santa Marta, comentó el
Evangelio del día que narra lo que sucede después de la multiplicación de los
panes y los peces: una gran multitud de personas seguía a Jesús, pero los
buscaba no solo para escucharlo sino por “intereses”.
“Vosotros
me buscáis no porque habéis visto los signos, sino porque habéis comido de
estos panes y os habéis saciado”, recordó el Papa que dijo Jesús.
Francisco
explicó que buscaban a Jesús porque su palabra “llegaba al corazón” pero
también por “una fe un poco interesada”. Jesús los invita a buscar el alimento
que no perece, porque “la Palabra de Dios es el amor de Dios”.
Francisco
puso el ejemplo de San Esteban, quien “seguía a Jesús sin analizar las
consecuencias: esto me conviene, no me conviene, no era un interesado. Amaba. Y
seguía a Jesús, seguro, y así terminó. Le han tejido la trampa de la calumnia,
le han hecho entrar ahí y al final lo han lapidado, pero dando testimonio de
Jesús”.
El
Papa propuso pensar qué actitud se vive: si la de san Esteban o la de los
intereses personales. “Y encontraremos muchas cosas grandes que Jesús nos ha
dado gratuitamente, porque nos ama: a cada uno de nosotros. Y una vez que yo
veo las cosas que Jesús ha hecho por mí, me hago la segunda pregunta: ¿yo qué debo
hacer por Jesús? Y así, con estas dos preguntas, quizás logremos purificarnos
de toda fe interesada”.
“Cuando
veo todo lo que Jesús me ha dado, la generosidad del corazón va a: ‘¡Sí Señor,
doy todo! Y no me equivocaré más en tales cosas, estos pecados’, cambiará de
vida en esto”, señaló. “Es el camino de la conversión por amor: ‘tú me has dado
tanto amor, también yo te doy este amor’”.
Francisco
terminó que “este es un buen test para saber cómo seguimos a Jesús:
¿interesados o no? Refrescar la memoria: las dos preguntas. ¿Qué ha hecho Jesús
por mí, en mi vida, por amor? Y viendo esto, qué debo hacer yo, por Jesús, como
respondo a este amor. Y así seremos capaces de purificar nuestra de todo
interés. Que el Señor nos ayude en este camino”.