El
científico se declaraba ateo, pero tuvo bonitos gestos de cercanía con 4
sucesores de San Pedro
El
académico, quien escribió en la Historia del Tiempo que si
algún día lográramos esa ‘Teoría del Todo’ conoceríamos ‘la mente de
Dios’, tuvo audiencias con 4 pontífices: Pablo VI, Juan Pablo II,
Benedicto XVI y Francisco.
Según
la PAC del Vaticano, en esos encuentros el astrofísico británico quería que
“avanzara la relación entre la fe y la razón científica”.
En
el libro El gran diseño, aseguró que el Universo puede crearse ‘de
la nada’, y que la idea de Dios “no es necesaria” para explicar su
origen.
“Nuestro
excepcional miembro Stephen Hawking, que ha sido tan fiel a nuestra Academia”,
escribió en Twitter la PAC – con sede en el Vaticano- en el que se
manifiesta profunda tristeza por la muerte.
“A
los cuatro Papas con los que se encontró dijo que quería hacer que avanzara la
relación entre fe y razón científica. Pedimos al Señor que lo acoja en su
gloria”.
¿Agnóstico
o ateo?
En
sus entrevistas se declaraba como un ateo. Sin embargo, muchos han llegado a
considerar como ‘un milagro’ u ‘obra de Dios’ que Hawking haya vivido más de
medio siglo tras el diagnóstico de una enfermedad cuya esperanza de vida suele
ser de un par de años.
¿Cómo
es que el Vaticano abre sus puertas y los papas dialogan con un ateo?
Pues, el papa Francisco lo explica como se puede tender un puente con las personas agnósticas y ateas en el libro ‘Política y Sociedad’, conversaciones con Dominique Wolton, edición Encuentro, publicado recientemente en español.
Pues, el papa Francisco lo explica como se puede tender un puente con las personas agnósticas y ateas en el libro ‘Política y Sociedad’, conversaciones con Dominique Wolton, edición Encuentro, publicado recientemente en español.
Francisco
sostiene que se necesita “derribar los muros y construir puentes” y asegura que
el verdadero diálogo y comunicación se hacen con aquellos que piensan
diferente.
¿Racionalismo exacerbado?
La respuesta de los papas: misericordia y diálogo
El
Papa latinoamericano que también recibió a Hawking en el Vaticano, asegura que
se necesita dialogar con las personas sin los adjetivos (ateo, agnóstico,
católico, judío), sino con sustantivos. Es decir, un dialogo “con una persona”.
Asimismo,
el Obispo de Roma ha puesto el diálogo con un ateo en el plano de la experiencia
humana y acepta que la fe es un don que sólo Dios da. “Dios te salvará
de otra manera”, indica. Posiblemente, Hawking también habrá recibido la
misericordia y el amor que lo salvó de vivir condenado por varias décadas en su
enfermedad.
Entonces,
los cuatro papas que se acercaron al científico ateo con amor cristiano también
revelaron la inmaterialidad de algo que no cabe en la mente. Así lo podemos ver
en el gesto de Pablo VI arrodillado para saludar al astrofísico en silla de
ruedas.
Así,
la propuesta de los papas es caminar junto a las personas ateas y hablar desde
la fragilidad de nuestra humanidad común.
Francisco
explica que existen temas universales para todas las personas,
independientemente si creen o no en Dios.
Acepta
que hayan puntos de vista diferentes, pero que se necesita hablar y “cuando
llegue el problema de Dios, cada uno expresará su opción. Pero escuchando al
otro con respeto”.
¿Cómo
hacer entender la misericordia de Dios a un ateo?
Benedicto
XVI lo demostró con su encuentro y caricia en la cabeza a Hawking, como lo
vemos en las imágenes de archivo.
“Haga algo bueno por alguien”, reitera el papa
Francisco para tocar el corazón de una persona que dice no tener fe. “Hágalo. Y
si no está interesado por este tema, piense en los que se encuentran en necesidad.
Piense en los niños de Siria. Tenga un pensamiento misericordioso. Una emoción
interior”.
El
papa Francisco, parafraseando su mensaje de diálogo con los ateos o
agnósticos, con Steven Hawking ha compartido la preocupación por el
destino de la humanidad desde la “brújula moral”. Y admite que “el pecado
supone la fe”. Probablemente Hawking fue el modelo de “un ateo convencido
y honesto”- como se autodefinió.
Pues,
el astrofísico rechazó el plano de todas las creencias religiosas: “la
ciencia ofrece una explicación más convincente”. Pero, aceptó en
algún momento el concepto de ‘la mente de Dios’ que era comprender todo lo que
Dios “sería capaz de comprender si acaso existiera”. Hawking se definía ateo
hasta que no se demostrara la existencia de Dios a través de la ciencia.
Pero,
los Papas con sus gestos hacia al científico, símbolo del racionalismo moderno,
demostraron que la fe sobrepasa las divisiones para ir al corazón de cada
hombre y mujer que sufre y busca una respuesta.
En
este sentido, La Specola Vaticana, observatorio astronómico guiado por el
jesuita Guy Consolmgno, confirma que Stephen Hawking ha sido valiente en
enfrentar su enfermedad, además de su “enorme contribución científica que ha
dado a la cosmología cuántica”.
Quizás
si ahora la voz metálica de Stephen Hawking retumbará en el cielo, o donde
quiera Dios, buscando resolver las preguntas de una vida que la ciencia no le
pudo dar.
El
primer papa que encontró a Stephen Hawking fue Pablo VI en 1975 cuando el
científico tenía 33 años, durante un encuentro en la Pontificia Academia de las
Ciencias. Papa Montini le entregó la medalla Pío XI por sus estudios sobre los
agujeros negros. Y la última visita al Vaticano la hizo el 28 de noviembre
recibido por el Papa Francisco.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia