“De
hecho existe un ‘nexo indisoluble entre una ética respetuosa de las
personas y del bien común con la real funcionalidad de todo sistema económico y
financiero’”, resaltó el Pontífice
El
Papa Francisco denunció que actualmente existe una “trágica y falsa dicotomía”
entre la ética y la economía, durante su discurso a los miembros de la
Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, presentes en Roma para un congreso
por sus 25 años decreación.
Así
lo indicó el Santo Padre en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano en
sus palabras a los participantes del congreso que se desarrolla del 24 al 26 de
mayo sobre el tema “Nuevas políticas y estilos de vida en la era digital”.
El
Papa alertó que “con mucha frecuencia una trágica y falsa dicotomía –parecida a
la fractura artificiosa entre ciencia y fe– se ha desarrollado entre la
doctrina ética de nuestras tradiciones religiosas y los intereses prácticos de
la actual comunidad de los asuntos económicos. Pero existe una natural
circularidad entre el provecho y la responsabilidad social”.
Citando un reciente documento del Vaticano que
alienta a evitar actividades financieras que puedan desencadenar nuevas crisis
económicas, el Pontífice resaltó que “de hecho existe un ‘nexo indisoluble entre
una ética respetuosa de las personas y del bien común con la real funcionalidad
de todo sistema económico y financiero’”.
“En
una palabra, la dimensión ética de las relaciones sociales y económicas no
puede ser importada a la vida y a las actividades sociales desde el exterior,
sino que debe emerger del interior. Esto es, naturalmente, un objetivo a largo
plazo, que reclama el esfuerzo de toda persona e institución en el seno de la
sociedad”.
Tras
lamentar la expansión de la cultura del descarte y de la globalización de la
indiferencia que siempre afectan a los más vulnerables, entre ellos los
migrantes, el Pontífice resaltó que “su fundación tiene un papel importante que
cumplir al portar la luz del mensaje evangélico sobre estas exigencias
humanitarias, para ayudar a la Iglesia a cumplir estos aspectos esenciales de
su misión”.
El
Papa también destacó que “uno de los desafíos ligados a esta temática es la
amenaza que las familias están afrontando a causa de las inciertas
oportunidades de trabajo y del impacto de la revolución de la cultura digital”.
Francisco
también se refirió a los jóvenes, “un ámbito decisivo en el cual la solidaridad
de la Iglesia es efectivamente necesaria. Vuestra contribución es una expresión
privilegiada de la atención de la Iglesia para el futuro de los jóvenes y de
las familias”.
El
Papa saludó al Patriarca ortodoxo Bartolomé, presente en el evento, y luego de
resaltar la colaboración ecuménica en este ámbito, alentó a la fundación a
proseguir su tarea.
“Los
aliento a perseverar en este esfuerzo que contribuye a construir una cultura
global de justicia económica, de igualdad y de inclusión”, concluyó.
La
Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice fue creada por San Juan Pablo II en
1993 con la intención de promover la Doctrina Social de la Iglesia.
Su
nombre proviene de la encíclica Centesimus Annus escrita por
el Papa peregrino en 1991, al cumplirse los 100 años de la publicación de
la Rerum Novarum, la encíclica social en la
que el Papa León XIII defendió a los obreros y trabajadores.
Por Walter Sánchez
Silva
Fuente:
ACI Prensa