“Las obras de misericordia
son el camino de amor que nos enseña Jesús en continuidad con el amor de Dios”
El Papa Francisco en la Misa celebrada en Casa Santa Marta. Foto: Vatican Media |
Durante
la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este viernes 8 de junio, Solemnidad
del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa Francisco destacó en su homilía que “se
podría decir que hoy es la fiesta del amor de Dios”, un amor que es como “un
mar sin fondo”.
El
Santo Padre destacó que antes de que ningún hombre pudiera haber amado a Dios,
“fue Él quien nos amó en primer lugar. Él es el primero en amar”. “Dios es así:
siempre es el primero en actuar. Es el primero en esperarnos, el primero en
amarnos, el primero en ayudarnos”.
Este
amor de Dios encierra un gran misterio: “Es un amor que no se puede comprender.
Un amor que supera toda conciencia. Lo supera todo. Así de grande es el amor de
Dios. Un poeta decía que era como ‘el mar sin orillas, sin fondo…’, un mar sin
límites. Esto es el amor que debemos entender, el amor que recibimos”.
En
la homilía, el Pontífice puso de relieve la forma en que Dios se fue revelando
a la humanidad a lo largo de la historia, avanzando paso a paso para dar a
entender la grandeza de su amor: “Ha sido un gran pedagogo”, dijo el Papa, que
también destacó que ese amor lo reveló en las pequeñas cosas.
“¿De
qué forma manifiesta Dios su amor? ¿Con las cosas grandes? No: mediante las
pequeñeces, con gestos de ternura, de bondad. Se hace pequeño. Se acerca. Con
esa cercanía, con ese empequeñecerse, Él nos hace entender la grandeza del
amor. El grande se hace entender por medio del pequeño”.
Ese
amor mostrado en lo pequeño se materializa en Jesucristo. “Cuando Jesús quiere
enseñarnos cómo debe ser el comportamiento cristiano, nos dice pocas cosas. Nos
hace ver aquel famoso protocolo según el cual todos seremos juzgados. ¿Y qué
dice? No dice: ‘Creo que Dios es así. He entendido el amor de Dios’. No, no…,
el amor de Dios se muestra en lo pequeño. He dado de comer al hambriento, he
dado de beber al sediento, he visitado al enfermo, al encarcelado”.
“Las
obras de misericordia son el camino de amor que nos enseña Jesús en continuidad
con el amor de Dios”. Las obras de misericordia “son la continuidad del amor de
Dios que se empequeñece, llega a nosotros y nosotros lo llevamos adelante”,
finalizó el Santo Padre.
Fuente:
ACI Prensa