Después de la Santa Misa, rezar el Rosario “es la oración más agradable que podemos ofrecer a Dios y la más ventajosa para nuestras propias almas”
Imagen referencial y Sor Lucía Dos Santos
Crédito: Flickr de Bernardo Valle y Causa de Beatificação da Irmã Lúcia
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¿Por
qué rezar el Rosario todos los días?, ¿qué beneficios trae para el fiel en su
vida diaria? Sor Lucía Dos Santos, una de los tres videntes de Fátima, dio
varias razones que responden a estas preguntas en un libro publicado en 2002.
Se
trata del libro “Llamadas
del Mensaje de Fátima”, escrito por la Sierva de Dios fallecida en 2005. En
este recuerda que la Madre de Dios hizo esta invitación desde su primera
aparición en Fátima (Portugal) el 13 de mayo de 1917.
“Reza
el Rosario todos los días, para obtener la paz para el mundo y el final de la
guerra”, alentó la Virgen en su mensaje inicial.
Aquí
las razones de Sor Lucía que comparte el National
Catholic Register.
1. Se adapta a las
posibilidades de cada uno
Sor
Lucía dice que Dios es un Padre que “se adapta a las necesidades y
posibilidades de sus hijos”, porque “si Dios, por medio de Nuestra Señora, nos
hubiera pedido que fuéramos a la Misa y recibiéramos la Sagrada Comunión todos
los días, sin duda habría habido muchísimas personas que hubieran dicho con
toda razón que eso no era posible”.
Sin
embargo, sostiene la Sierva de Dios, “rezar el Rosario es algo que todos pueden
hacer, ricos y pobres, sabios e ignorantes, grandes y pequeños”, en cualquier
lugar, en común o en privado y en diferentes momentos.
2. Nos pone en contacto
familiar con Dios
Sor
Lucía indica que esta oración sirve “para ponernos en contacto con Dios,
agradecerle por sus beneficios y pedir las gracias que necesitamos”.
“Es
la oración que nos pone en contacto familiar con Dios, como el hijo que acude a
su padre para agradecerle por los regalos que ha recibido, para hablar con él
sobre preocupaciones especiales, para recibir su guía, su ayuda, su apoyo y su
bendición”, añadió.
3. Es la oración más
agradable que podemos recitar después de la Misa
Sor
Lucía afirma que después de la Santa Misa, rezar el Rosario –teniendo en cuenta
su origen, las oraciones que contiene y los misterios que se meditan–, “es la
oración más agradable que podemos ofrecer a Dios y la más ventajosa para
nuestras propias almas”.
“Si
ese no fuera el caso, Nuestra Señora no lo habría pedido con tanta
insistencia”, sostuvo.
4. Las cuentas del
Rosario ayudan a cumplir nuestros ofrecimientos diarios
Sor
Lucía responde cualquier inquietud sobre el número de oraciones en el Rosario,
aclarando que “necesitamos contar, para tener una idea clara y vívida de lo que
estamos haciendo, y para saber positivamente si hemos completado o no lo que
habíamos planeado ofrecer a Dios cada día, para preservar y mejorar nuestra
relación de intimidad con Dios y, por este medio, preservar y mejorar en
nosotros mismos nuestra fe, esperanza y caridad”.
5. Ayuda a recibir mejor
la Eucaristía
En
su libro, la vidente de Fátima asegura que se puede considerar el rezo del
Rosario como “una forma de prepararse para participar mejor en la Eucaristía, o
como acción de gracias” después de haber recibido el Cuerpo de Cristo.
Ella
agrega que, si bien se pueden usar muchas oraciones excelentes para prepararse
para recibir a Jesús en la Eucaristía y preservar nuestra relación íntima con
Dios, no cree que haya “una más apropiada para la gente en general que la
oración de los cinco o quince misterios del Rosario”.
6. Preserva las virtudes
teologales
“Dios
y Nuestra Señora saben mejor que nadie lo que es más apropiado para nosotros y
lo que más necesitamos. Además, el Rosario será un medio poderoso para
ayudarnos a preservar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad”,
sostiene Sor Lucía.
7. Evita caer en el
materialismo
La
hermana Lucía va directamente al grano y asegura que “aquellos que dejan de
decir el Rosario y no van a la Misa diaria, no tienen nada que los sustente, y
terminan por perderse en el materialismo de la vida terrenal”.
Fuente: ACI