El Papa Francisco en la
homilía de la Misa en la Casa Santa Marta ha subrayado que para ir adelante en
la vida cristiana debemos recordar los primeros encuentros con Jesús, que nos
ha transmitido la fe, y recordar la ley del amor
La memoria cristiana es la sal de la vida,
ir hacia atrás para seguir adelante: debemos recordar y contemplar los primeros
momentos en los cuales hemos encontrado a Jesús, hacer memoria de quien nos ha
transmitido la fe y recordar la ley del amor, que el Señor ha puesto en
nuestros corazones: lo afirmó el Papa Francisco en la homilía de la Misa
matutina celebrada en la Casa Santa Marta, en la cual se basó en la exhortación
de San Pablo a Timoteo, en la primera lectura: “Acuérdate de Jesucristo”.
La
memoria cristiana es como la sal de la vida
Es un volver atrás con la memoria para
encontrar a Cristo, explica el Papa, “para encontrar fuerzas y poder caminar
hacia adelante. La memoria cristiana es siempre un encuentro con Jesucristo”.
"La
memoria cristiana es como la sal de la vida. Sin memoria no podemos ir
adelante. Cuando encontramos cristianos 'desmemoriados', inmediatamente vemos
que han perdido el sabor de la vida cristiana y terminaron siendo personas que
cumplen los mandamientos pero sin mística, sin encontrar a Jesucristo. Y a
Jesucristo lo debemos encontrar en la vida".
Recordar los primeros momentos
del Encuentro con Jesús
Son tres las situaciones, aclara Francisco,
“en las cuales podemos encontrar a Jesucristo: en los primeros momentos,
en nuestros antepasados y en la ley”. La Carta a los Hebreos nos indica cómo
hacer: “recuerden los primeros tiempos, cuando apenas habían sido iluminados”,
que eran tan fervientes… “Cada uno de nosotros tiene tiempos de encuentro con
Jesús”. En nuestra vida los hubo, prosigue el Pontífice, “uno, dos, tres
momentos, en los cuales Jesús se acercó, se manifestó. No olviden estos
momentos: debemos volver atrás y retomarlos porque son momentos de inspiración,
donde nosotros encontramos a Jesucristo”.
"Cada uno de nosotros tiene momentos
así: cuando ha encontrado a Jesucristo, cuando ha cambiado vida, cuando el
Señor le ha hecho ver la propia vocación, cuando el Señor lo visitó en un
momento difícil… Nosotros en el corazón tenemos estos momentos. Busquémoslos.
Contemplemos estos momentos. Memoria de aquellos momentos en los cuales yo he
encontrado a Jesucristo. Memoria de aquellos momentos en los cuales Jesucristo
me ha encontrado. Son la fuente del camino cristiano, la fuente que me dará las
fuerzas".
“¿Recuerdo
aquellos momentos?” – Se pregunta Francisco. “¿Momentos de encuentro con Jesús
cuando me cambió la vida, cuando me prometió algo?” Si no los recordamos,
busquémoslos. Cada uno de nosotros los tiene.
Hacer memoria de quien nos ha
transmitido la fe
El segundo encuentro con Jesús, prosigue el
Papa, sucede a través de la memoria de los antepasados, que la Carta a los
Hebreos llama “vuestros ancianos, aquellos que les han dado la fe”. También
Pablo, siempre en la segunda carta a Timoteo, lo exhorta así: “Acuérdate de tu
madre y de tu abuela que te han transmitido la fe”. “Nosotros la fe no la hemos
recibido por correo”, recuerda el Papa, sino “hombres y mujeres nos han
transmitido la fe” y dice la Carta a los Hebreos: “Miren a ellos que son una multitud
de testigos y tomen fuerza de ellos, ellos que han sufrido el martirio”.
¿Tengo raíces o sólo vivo en el
presente?
Siempre cuando el agua de la vida se vuelve
turbia, aclara el Papa, “es importante ir a la fuente y encontrar en la fuente
la fuerza para seguir adelante. Podemos preguntarnos: ¿yo evoco la memoria de
nuestros ancianos, de nuestros antepasados? ¿Yo soy un hombre, una mujer
con raíces? ¿O me he vuelto desarraigado y desarraigada? ¿Solamente vivo el
presente? Si es así, pedir rápido la gracia de volver a las raíces” a aquellas
personas que nos han transmitido la fe.
Memoria de la ley del amor
insertada en nuestros corazones
Finalmente, la ley que Jesús nos hace
recordar en el Evangelio de Marcos. El primer mandamiento es : “Escucha Israel,
al Señor nuestro Dios”
"La
memoria de la ley. La ley es un gesto de amor que ha hecho el Señor con
nosotros porque nos ha señalado el camino, nos ha dicho: por este camino no te
equivocarás. Evocar la memoria de la ley. No la ley fría, aquella que parece simplemente
jurídica, no. La ley del amor, la ley que el Señor ha puesto en nuestros
corazones".
“¿Yo
soy fiel a la ley, recuerdo la ley, repito la ley? – se pregunta el Papa.
Algunas veces nosotros cristianos, también consagrados, tenemos dificultad en
repetir a memoria los mandamientos: ‘Sí, sí, los recuerdo’, pero después a un
cierto punto me equivoco, no recuerdo”.
Ir hacia
atrás para poder ir adelante
“Acordarse de Jesucristo, concluye el Santo
Padre, significa tener la mirada fija en el Señor”, en los momentos de mi vida
en los cuales lo he encontrado, momentos de prueba, en mis antepasados y en la
ley. Y la memoria “no es solamente un ir hacia atrás. Es ir hacia atrás para ir
adelante. Memoria y esperanza van siempre juntas. Son complementarias, y se completan.
“Acuérdate de Jesucristo, el Señor que ha venido, ha pagado por mí y que
vendrá. El Señor de la memoria, el Señor de la esperanza”.
Cada
uno de nosotros, invita finalmente el Papa, “puede hoy tomar algunos minutos
para preguntarse” cómo va la memoria de los momentos en los cuales he
encontrado al Señor, la memoria de mis antepasados, la memoria de la ley. Y
luego, “como va mi esperanza, en qué espera. Que el Señor nos ayude en
este trabajo de memoria y de esperanza”.
Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano
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