El Papa Francisco recibió
en audiencia a la Unión Italiana para Lucha contra la Distrofia Muscular, a
quienes explicó que quien sufre entiende mejor el don de la vida
El Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
“Quien
sufre comprende mucho mejor el valor del don divino de la vida, que hay que
promover, custodiar y tutelar desde la concepción hasta el fin natural”, dijo
durante su intervención.
Francisco
también aseguró que todos ellos representan “como rayos de esperanza que
alivian los momentos de soledad y desaliento y animan a afrontar la enfermedad
con confianza y serenidad”.
En
este sentido, destacó que “la caridad representa la forma más elocuente de
testimonio evangélico porque, respondiendo a las necesidades concretas, revela
a los hombres el amor de Dios”.
“Vuestra
presencia al lado de estas personas garantiza una asistencia amigable,
ofreciendo vuestro precioso servicio en el ámbito médico y social”, señaló.
El
Papa habló de la importancia del “calor humano” y “la ternura con la que os
dedicáis a los usuarios de vuestras estructuras” en el trabajo que realizan
junto a los enfermos.
“La
rehabilitación física puede y debe ser acompañada de la rehabilitación
espiritual, hecha ante todo de gestos de proximidad, para luchar no solo contra
el dolor físico, sino también contra el sufrimiento moral del abandono y del
aislamiento”.
El
Obispo de Roma mencionó además algunas características del servicio que
prestan: "gratuidad", “que se acompaña con la profesionalidad y la
continuidad”; la "discreción, la fidelidad y la atención", “estar
siempre preparados"; la "eficacia en la intervención", así como
la "capacidad de intuir también los problemas no expresados del enfermo”.
También
los animó a la “humildad, seriedad, determinación, puntualidad, perseverancia y
respeto por el enfermo en cada exigencia que tenga”.
“Vosotros
podéis experimentar que, solo si uno ama y se dona a los demás, la persona se
realiza a sí misma”, agregó.
Antes
de despedirse, dijo que están llamados “a ser un gimnasio de vida, sobre todo
para los jóvenes, contribuyendo a educarlos en una cultura de solidaridad y de
acogida, abierta a las necesidades de las personas más frágiles”.
Fuente:
ACI Prensa