En algunos momentos de nuestra vida, cuando nos
enfrentamos a retos que creemos que son insuperables, podemos recurrir a
la fuerza y esperanza todopoderosa de nuestro Dios creador. Renovándonos
en la fuerza y el amor de Dios podemos ayudarnos a
enfrentar nuestros propios miedos y hacer cosas que parecen imposibles.
Cuando éramos jóvenes y teníamos miedo a la
oscuridad, habría hecho la diferencia si nuestros padres o hermanos
mayores estuviesen allí para "protegernos" en todo momento. Del
mismo modo, cuando tenemos la protección del ser más poderoso
del universo, ¿qué daño podría causarnos sentir miedo?
La Verdad y la Luz de Dios nos liberan de la
oscuridad de este mundo perverso. Su fuerza nos salva y nos alivia de
nuestros propios temores, conservando la esperanza de sus promesas
El cristiano debe estar lleno de fe y
esperanzas, pues estos elementos nos fortalecen. Los
creyentes sabemos aquello que estamos esperando pacientemente y
esperando que con seguridad eso vendrá
"La fe es garantía de lo que se espera;
la prueba de las realidades que no se ven". (Hebreos 11,1)
A continuación, sin ningún orden en
particular, 7 citas bíblicas sobre la fuerza de Dios
1.- Orar siempre
Jesús siempre nos invitaba a orar y a orar con
insistencia en todo momento, entonces, ¿por qué a veces desistimos?
"Me respondiste cada vez que te
invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma" (Salmo 138,3)
2.- No hay imposibles
para Dios
¿Cansado de repetir que es imposible hacerlo,
imposible lograrlo, imposible que esto sea así, de este modo o del otro?
"Jesús, fijando en ellos su mirada, les
dijo: "Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es
posible". (Mateo 19,26)
3.- Una fe poderosa
Jesús nos afirmó que podíamos mover montañas si
teníamos fe, que haríamos cosas aún más grandes que las que Él hizo
"Yo lo puedo todo en aquel que me
conforta". (Filipenses 4,13)
4.- Liberarse del miedo
Para no dejar entrar el miedo al corazón y que no
tiemblen nuestras rodillas:
"El Señor es mi luz y mi
salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante
quién temblaré?" (Salmo 27,1)
5.- Confianza plena
Siempre debemos estar confiados porque sabemos que
tenemos un refugio seguro en los brazos del Señor:
"La salvación de los justos viene del
Señor, Él es su refugio en el momento del peligro; el Señor los ayuda y los
libera, los salva porque confiaron en él" (Salmo 37,39-40)
6.- Fuerza renovadora
Dios nos ha dado una fuerza capaz de renovarse día a
día, no nos fijemos en nuestros cuerpos ya gastados
"Por eso no desfallecemos. Aun cuando
nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va
renovando de día en día" (2 Cor 4,16)
7.- Un amigo invisible
que acompaña
Tenemos un acompañante fiel en este camino de vida
que nos va inyectando esperanzas y fortaleza. Pidamos siempre su auxilio
divino.
"Porque el Espíritu que Dios nos ha dado
no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad"
(2 Tim 1,7)
Y una de regalo, una cita bíblica que
más de fortaleza yo la veo como una palabra consoladora y gratificante:
"No temas, porque yo estoy
contigo, no te inquietes, porque Yo soy tu Dios; Yo te fortalezco y
te ayudo, Yo te sostengo con mi mano victoriosa" (Isaías
41,10)
Tengamos presente que nuestra mente y corazón
están fijos en algo que esperamos y que no hemos visto, pero que es una
promesa de amor, de esperanza, una esperanza que nos fortalece. ¿Cómo
podríamos sentir esperanza en algo que ya tenemos en la palma de
nuestras manos?
A pesar de que el mundo piensa que la esperanza en
Dios es una locura, los cristianos sabemos y creemos que los que esperamos en
el Señor nunca quedaremos defraudados.
Esta es la declaración de David, el amado rey de
Israel, que confió en el Señor desde su juventud, desde mucho antes de que
llegara a convertirse en rey.
"Dios mío, yo pongo en Ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme ni se rían de mí mis enemigos! Ninguno de los
que esperan en ti tendrá que avergonzarse: se avergonzarán los que traicionan
en vano" (Salmo 25,2-3)
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