"Sentimos la necesidad de aliviar el dolor de las personas cercanas y luego también de las lejanas, a quienes a veces ni conocemos"
Foto: Santiago Riesco Pérez |
Periodista, comunicadora, escritora, soñadora y creadora de Luto en
colores (lutoencolores.org). Es un torrente de vida
que sigue teniendo ganas de aprender, de revisar creencias arraigadas y con
fuerzas más que de sobra para afrontar cualquier miedo. Nunca deja de reír. Le
encanta sentarse entre los árboles y dejarse abrazar.
¿Qué es Luto en colores?
Es un proyecto que inicié
cuando perdí a mi hermana Esther, hace cuatro años y medio. Mi hermana, después
de luchar muchísimo contra una enfermedad mental, un día decidió parar y dejar
de sufrir. A raíz de ahí, viendo mi vivencia de la pérdida y todo lo que estaba
pasando, nació la necesidad de darle forma a un proyecto que le pusiera luz a
algo tan oscuro como es la muerte por suicidio.
La idea es repensar la
muerte para poder celebrar la vida. Y ahí hemos articulado talleres para
trabajar la pérdida desde la creatividad, porque creo que si le ponemos belleza
a esto el dolor se puede transformar en algo bonito.
O sea que ¿hay alegría,
vida y luz en la muerte y el dolor? ¿Es compatible?
Si me dices esto hace cinco
o seis años seguramente me hubiera parecido algo rarísimo y hubiera dicho:
«¡Qué disparate!». Pero claro, me he tenido que rendir ante la evidencia de lo
vivido con la muerte de mi hermana. El proyecto se llama Luto en colores porque
no negamos el negro que, obviamente, es el dolor desgarrador cuando pierdes a
un ser querido, y más con una muerte de este tipo.
Cuatro años y medio después
tengo a mi hermana muy presente y es ella quien pone luz en mi vida. Claro que
hay momentos en que lloro, estoy triste y… hasta es duro físicamente. Pero yo
la siento conectada en mi vida de otra manera. Creo que este proyecto es de
ella, de alguna manera es la que lo está guiando y poniéndole luz.
¿La alegría solo se
manifiesta con la sonrisa o tiene alguna otra forma de expresarse?
A mí me sale la alegría con
lágrimas también. A veces es sonriendo y a veces es con lágrimas. A veces
sientes una alegría no por lo concreto, no es una explosión de felicidad
momentánea, sino que a veces te conectas con estados más profundos, más en paz
hacia el interior, contigo misma. Y ahí estás sintiendo no sé si se llama
alegría o cómo, pero sí una paz que se conecta con un estado alegre.
«La vida tiene sentido
socorriendo al otro en su dolor, comprendiendo la angustia ajena, aliviando a
los demás» (Gaudete et exsultate, 76). ¿Tiene esto algo que ver contigo?
Sentimos la necesidad de
aliviar el dolor de las personas cercanas y luego también de las lejanas, a
quienes a veces ni conocemos. Por eso nació Luto en colores. Pero he entendido
también los límites. Cada persona hace su recorrido vital, no podemos pretender
ser salvadores de los demás; pero sí que podemos acompañar, escuchar qué se nos
demanda, ver si les podemos ofrecer algo pero, sobre todo, hay que respetar
mucho el proceso de cada persona, porque es único.
«El santo es capaz de vivir
con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo ilumina a los demás con
un espíritu positivo y esperanzado» (Gaudete et exsultate, 122). ¿Te
suena de algo?
Me suena y me suena muy
bien. La vida fluye mucho mejor cuando salimos a bailar con ella. Y cuando
aprendemos a bailar bajo la lluvia, con la lluvia –sin evitarla–; ahí se
entiende todo mucho mejor.
¿Has conocido a algún santo
o a alguna santa?
El mundo está lleno de
personas que hacen eso de poner luz a sus vidas y a las de los demás. Iluminan
la oscuridad, el dolor. Desde lo cotidiano, con gestos del día a día. Seres
anónimos. Te los encuentras en cualquier lado. No lo hacen ni como héroes ni
como mártires. No me gusta el concepto de sufrimiento, implica
estancarse en el dolor, estirarlo, acaso caer muchas veces en el victimismo.
Creo más en intentar
transformar tu dolor y el de los demás desde la alegría de vivir y las ganas de
construir. Nos rodean personas de carne y hueso que cada día construyen un
mundo más amable. Se nos olvida esto… No se trata de amar a los demás y
olvidarte de ti.
¿Te consideras una santa?
¡Nooo! ¿Cómo se te ocurre?
Con todos mis respetos hacia las personas que han sido consideradas por los
demás santas y santos. Yo estoy en el interesante camino de integrar luces y
sombras, de aprender y de inspirarme en toda la gente maravillosa que me
encuentro en el camino.
Santiago Riesco Pérez
Fuente: Alfa y Omega