El Pontífice en diálogo con Alexandre Awi Mello en
libro dedicado a los encuentros con la Virgen María
Grzegorz Galazka/SIPA/EAST NEWS |
El papa Francisco reiteró que la Madre de
Dios “ama a todos” y “no es un jefe de la Oficina de Correos, para enviar
mensajes todos los días”. Lo dijo en diálogo con el sacerdote Alexandre Awi
Mello, secretario del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida,
publicado en el libro titulado “Es mi madre”. Encuentros con María “(ediciones
Città Nuova), en italiano.
“La obediencia de la persona a la Iglesia”,
señaló el Pontífice, es un criterio para discernir cuando se presenten
presuntas apariciones donde hayan “mensajes” y “expresiones interiores” que
provengan de posibles “personas dotadas de manera especial”.
El día que Bergoglio prohibió una reunión sobre apariciones
en Medjugorje
Sobre el caso de Medjugorje, aún en
estudio, el papa Francisco recuerda que “cuando estaba en Buenos Aires, prohibí
que hubiera una reunión que tuvo lugar igualmente. Ellos sabían, sin embargo,
yo no estaba de acuerdo”.
Francisco rememoró lo ocurrido
cuando uno de los videntes de Medjugorje visitó la arquidiócesis que encabezaba
para un encuentro que se programó en una iglesia.
El arzobispo Bergoglio se opuso,
sin expresar su opinión sobre la autenticidad de las apariciones porque “uno de
los videntes habría hablado y explicado de todo un poco y a las cuatro y media
Nuestra Señora habría aparecido. Es decir, tenía la agenda de la Virgen. Así
que dije: no, no quiero este tipo de cosas aquí. Dije que no, no en la iglesia”.
El Papa anotó que “debemos
distinguir, sin embargo, porque a pesar de esto, Dios hace milagros en Medjugorje.
En medio de las locuras del hombre, Dios continúa haciendo milagros”.
Asimismo sostiene que a lo mejor
existen “fenómenos más personales”. “Recibo cartas, pero entendemos que son más
que nada psicológicas. Las cosas deben ser claramente distinguidas. Creo que hay
gracia en Medjugorje. No se puede negar. Hay personas que se convierten. Pero
también hay una falta de discernimiento y no quiero decir de pecado, porque la
gente no sabe hasta donde es pecado, pero, al menos se trata de una falta de
discernimiento”.
¿Por qué Francisco ama tanto a María?
En el contexto del Sínodo de los Jóvenes,
el autor del libro comentó sobre como nació la obra y la visión eclesial del
Papa de una Iglesia madre al estilo de María; acogedora y cariñosa con las
nuevas generaciones.
“Tuve la oportunidad hace un
tiempo de entrevistar al papa Francisco sobre su relación con la Virgen María y
me parece que no es solo una relación piadosa o devocional, es algo que marca
su visión de Iglesia. ¿Por qué el Papa ama tanto a María? Porque
en ella ha visto una imagen de la Iglesia, de lo que debe ser; madre,
acogedora, maestra, amiga, misericordiosa.
Por eso, creo
que es importante considerar esa dimensión materna de la Iglesia que ama y
acoge en relación a los jóvenes que tanto necesitan”, comentó este jueves 18 de
octubre de 2018, el sacerdote Awi Mello, quien dirigió la pastoral juvenil
nacional en Brasil, durante la conferencia de información sobre los trabajos
del Sínodo en la sede de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Sobre Medjugorje,
el Papa al inicio de su pontificado, el 14 de noviembre de 2013, al presidir la
Misa en la capilla de la Casa Santa Marta explicó que el espíritu de la
curiosidad mundana, que busca saber por saber y cosas cada vez más extrañas o
inusuales, aleja de la verdadera sabiduría y la belleza de Dios.
En ese contexto
manifestó sus dudas sobre los videntes que dicen tener a cada determinada hora
mensajes de la Virgen.
Los videntes
aseguran ver a la Virgen María desde 1981, mientras el papa Francisco parece
estar de acuerdo solo con las primeras siete apariciones tras evaluar el
informe preparado por un grupo de altos prelados sobre Medjugorje.
Sin embargo,
nutre muchas dudas sobre las actuales apariciones marianas a los seis chicos,
ya adultos. Las dudas de la Congregación para la Doctrina de la Fe aumentan la
complejidad del asunto, que debatió sobre el fenómeno en 2016.
Por ahora, está
en ‘discernimiento’ que la Iglesia levantada en la zona de Bosnia-Herzegovina
en honor a la Virgen pueda convertirse en santuario pontificio, una
solución posible para salir de las polémicas entre franciscanos, custodios del
lugar, y el obispo de Mostar, diócesis en la que se encuentra.
Diálogo con periodistas
Durante el diálogo con
los periodistas al volver de Fátima, santuario donde se cumplieron cien años de
la aparición de la Virgen María, el Papa desveló los resultados de la comisión
que identificó una diferencia muy neta entre el inicio del fenómeno
“considerado sobrenatural” (entre el 24 de junio y el 3 de julio de 1981) y lo
que sucedió después de las primeras visiones.
El informe de
la comisión explica que los seis chicos videntes eran normales psíquicamente,
que fueron sorprendidos por la aparición, y que no hubo ninguna influencia
exterior en lo que dijeron haber visto.
Como sucedió
en Fátima con los tres pastorcitos, los videntes de Medjugorje se negaron a
contar lo que habían visto a pesar de que la policía los hubiera arrestado y
amenazado de muerte. Igualmente, se anuló la hipótesis de que el fenómeno fuera
demoníaco.
En fin,
Francisco estimó positivamente el trabajo de la comisión presidida por Camillo
Ruini (cardenal italiano) instituida por el papa Benedicto XVI en 2010 y que
terminó en 2014.
Existe
perplejidad sobre el tema de los secretos
apocalípticos que los videntes dicen haber recibido de la aparición y aún no son revelados.
En este
contexto, por motivaciones pastorales, la comisión se manifestó a favor de
derogar la prohibición de los peregrinajes a Medjugorje. Así,
el informe
Ruini considera que el santuario debería estar bajo la
autoridad de la Santa Sede y sugiere convertir la parroquia en un santuario
pontificio.
De ahí que el
Pontífice haya enviado al arzobispo polaco Henryk
Hoser al santuario mariano a evaluar la situación y el
acompañamiento pastoral, especialmente pensando en los fieles y peregrinos.
Esto para obtener mayor información para realizar futuras iniciativas de
acompañamiento pastoral.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia