Lo
que comenzó como un grito de guerra para la arquidiócesis americana se está
convirtiendo, lentamente, en un movimiento misionero de pleno derecho
Archdiocese of Detroit - Facebook |
La
metáfora, por sí misma, es muy efectiva: hay que “desatar” aquello que está
atado y que hace al ser humano más libre, más perfecto, más humilde y mejor
ciudadano: el Evangelio, la Palabra de Dios.
Ese
es el sentido último de la campaña organizada por la arquidiócesis de Detroit
(en el Estado de Michigan, Estados Unidos) mediante el movimiento misionero que
ha denominado, justamente, “Desata el Evangelio” (“Unleash the Gospel”)
Cerca
de 550 voluntarios del área de Detroit fueron enviados a cada parroquia este
fin de semana para presentar la próxima fase del movimiento misionero en la
arquidiócesis.
Transformación
espiritual
Lo
que comenzó como un grito de guerra para la arquidiócesis de Detroit se está
convirtiendo, lentamente, en un movimiento misionero de pleno derecho,
inspirado por la carta pastoral de 2017 del arzobispo Allen H. Vigneron.
En
esa carta, el prelado estadounidense habló sobre la transformación misionera de
la arquidiócesis, con la intención de ayudar a los fieles a continuar en lo que
los líderes diocesanos llamaron “un viaje de transformación y renovación
espiritual centrado en Jesús y en el mensaje del Evangelio que cambia la vida”.
Los voluntarios fueron enviados a las 218 parroquias de la arquidiócesis,
comisionados para alentar a los feligreses a asumir la misión de renovación a
través de un desafío de seis días.
El
desafío, que incluye un componente digital, les pide a los católicos que
dediquen cinco minutos por día a aprender y orar sobre lo que significa ser una
Iglesia en misión, una Iglesia en salida, llena de discípulos misioneros y
alegres.
“Hemos
escuchado al Espíritu Santo hablar claramente del plan misionero de Dios para
nuestra arquidiócesis. Estamos llamados a regresar a la misión original de la
Iglesia y a compartir las buenas nuevas del Evangelio, a desatar el Evangelio,
en todo el sureste de Michigan. y más allá”, dijo el arzobispo Vigneron en un
comunicado.
Caminar
juntos
“Es
con un espíritu renovado de esperanza y fe en el Señor Jesús que invito a los
fieles de la arquidiócesis a abrazar esta misión y caminar con nosotros este
camino hacia el reino de Dios”, dijo monseñor Vigneron.
En
el núcleo de la iniciativa, que sigue al sínodo arquidiocesano de 2016 sobre la
evangelización, está la necesidad de hacer que el mensaje de salvación sea
accesible y esté disponible para una cultura que a menudo parece haber olvidado
a Jesús, dijo el padre Stephen Pullis, director arquidiocesano de
evangelización, catequesis y escuelas católicas.
“‘Desata
el Evangelio’ es realmente un movimiento misionero del Espíritu Santo que busca
invitar a las personas a considerar cómo Dios podría estar activo en nuestra
era”, dijo el padre Pullis.
El
sacerdote estadounidense añadió: “No basta con decir, simplemente, que creemos
en Cristo. Necesitamos equipar a los evangelizadores e invitar a las personas a
que se vuelvan felices, a ser discípulos misioneros; aprender a compartir ese
mensaje con los demás”.
En
cierto sentido, explicó Pullis, el movimiento trata de regresar a las raíces de
la iglesia de proclamar el “kerygma” o el mensaje inicial y básico de
salvación: los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, el hombre y la
mujer traicionaron la amistad de Dios a través del pecado, y Jesucristo fue
enviado a reparar esa relación a través de su muerte salvadora y su
resurrección.
Un verdadero movimiento
La
iniciativa también fue diseñada para enseñar a las personas a vivir ese mensaje
básico de salvación como algo verdadero, que incluye compartir el Evangelio con
otros.
La
arquidiócesis planeó hacerlo a través de un esfuerzo múltiple que incluye una
revisión de la forma en que la Iglesia se comunica y se relaciona con los
fieles, dijo Edmundo Reyes, director de comunicaciones en Detroit.
“‘Desatar
el Evangelio’ es un movimiento”, dijo Reyes. “Piense acerca de lo que es un
movimiento. En su núcleo, un movimiento es cuando algo está mal y debe estar
bien, y suficiente gente lo sabe y está dispuesta a hacer algo al respecto”.
Reyes
dijo que parte del desafío es ayudar a las personas a ver “Desatar el
Evangelio” no como una carta pastoral, que inevitablemente envejecerá con el
tiempo, sino como una transformación de la arquidiócesis dirigida por el
Espíritu Santo.
“Esa
es la diferencia entre una carta pastoral y un movimiento: lees una carta
pastoral, pero te unes a un movimiento”, dijo. “Un movimiento se hace más
fuerte a medida que más personas se unen. Necesitamos avanzar”.
Con
información de CNS y OSV Newsweekly
Jaime
Septién
Fuente:
Aleteia