Historias de papás que
buscan hijos, e hijos que buscan papás
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Claudio
y María José, de Carlos Paz, Córdoba, habían adoptado a Uga cuando ella tenía
tres años. Pero Uga tenía cuatro hermanos más grandes, que vivían en el Hogar
Padre Lucchese, en Villa Allende. Y la querían ver. Las visitas
se hicieron cada vez más fuertes.
En 2015, los hermanos
asistieron al bautismo de Uga. Y ese mismo año, la familia de tres pasó a ser
una familia de siete. “Nosotros no los adoptamos, ellos nos
adoptaron a nosotros”, expresaron en varios medios.
Walter
y Paola, también de la provincia de Córdoba, también anhelaban el hijo que no
llegaba. Inscriptos en un grupo de adopción, advirtieron una convocatoria para
adoptar a cinco hermanos en la provincia de Jujuy. De 18 familias que se
postularon, de 18 familias dispuestas a adoptar a esos hermanos de 5, 6, 8, 9 y
11 años, los elegidos por el juzgado fueron ellos.
Con
ayuda, compraron un auto para siete personas, hicieron el viaje, y volvieron a
su provincia con sus hijos. En ellos también se repite la misma historia, según
la relatan: son los chicos los que terminan adoptando a los papás.
El
gobierno argentino pone a disposición de los padres que generosamente se
disponen a adoptar hijos un portal en el que se publica la información de los
niños y jóvenes que buscan familias. La página, de hecho, se llama Buscamos familia.
En
breves líneas, el sitio abre el corazón de niños y hermanos que buscan “adoptar
papás”, tal como ocurrió con el caso de los dos matrimonios cordobeses que
adoptaron a los cinco hermanos.
En
Santa Fe, por ejemplo, se lee que a principios de noviembre cuatro hermanos,
tres niñas de 8, 12 y 14 años, y un niño de 10, buscaban familia. “Son
muy unidos y tienen un fuerte vínculo entre ellos. Al escucharlos nos cuentan
que realizan talleres de computación, arte, y que practican karate, gimnasia
artística y fútbol. Además, quieren tener un perrito y un gatito”,
escriben desde el Juzgado.
Detrás
de cada historia de niños que buscan padres hay una emocionante historia. En el
Chaco, tres hermanos de 15, 14 y 12 también buscan familia. El de 15 sueña con
ser abogado o arquitecto. El de 14, espera ser policía. El 12, albañil, para
hacerse una casa. Los tres, cuentan, tienen muy buen rendimiento escolar.
No
todas las historias se dan en el interior del país. Tres hermanos buscan papás
también en la ciudad de Buenos Aires, de 9, 12 y 14 años. Son, como describen, “afectuosos,
tranquilos y unidos entre sí”, además de amantes de los
deportes. A dos de ellos, el colegio les cuesta un poco más por las
“situaciones de descuido” vividas.
Cada
ficha publicada en Buscamos
familia conmueve, como si fuese una
ficción. Pero no hay ficción en esto. Son niños que buscan papás. Y no hay
ficción en la inmensa generosidad de los papás que responden a esas búsquedas,
incluso cuando suponga pasar de una familia de dos a una familia de siete en un
día.
Esteban
Pittaro
Fuente:
Aleteia