Ha
sido un trabajo largo, pero, finalmente, lo hemos conseguido, y esperamos que
verdaderamente pueda dar frutos para el bien de la Iglesia y del país”
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| El Cardenal Pietro Parolin. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
El
Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, declaró que la
prioridad actual en la Iglesia en China es llevar a la práctica el acuerdo alcanzado el pasado 22 de septiembre con la
República Popular China sobre el nombramiento de Obispos en el
país asiático.
En
declaraciones recogidas y difundidas por Vatican News este viernes 1 de marzo,
el Cardenal Parolin explica que “el acuerdo con China ha exigido un gran
trabajo. Ha sido un trabajo largo, pero, finalmente, lo hemos conseguido, y
esperamos que verdaderamente pueda dar frutos para el bien de la Iglesia y del
país”.
“El
próximo paso”, señaló, “será ejecutar el acuerdo sobre el nombramiento de
Obispo, es decir, hacerlo funcionar en la práctica”.
El
acuerdo alcanzado con las autoridades comunistas chinas implica, según explicó
la Santa sede, la readmisión “en la plena comunión eclesial a los Obispos ‘oficiales’
ordenados sin mandato pontificio” que todavía no estaban en comunión con Roma.
El
Vaticano defendió en todo momento que se trata de un acuerdo pastoral, no
político, que permitirá a la Iglesia cumplir su misión de difundir el
Evangelio.
Con
ese acuerdo, se puso fin a décadas de desencuentro diplomático entre la Iglesia
Católica y la China comunista.
La
política del Partido Comunista Chino contra la libertad religiosa supuso la
división de la Iglesia en China en dos instituciones: la Iglesia Patriótica
China, leal al Partido Comunista, y la conocida como “Iglesia clandestina”, en
comunión con el Pontífice.
Después
de años de complicadas negociaciones, la última gran cuestión sobre la que
había desacuerdo y que impedía la normalización de las relaciones era
precisamente el nombramiento de Obispos.
Las
autoridades chinas se negaban a aceptar los nombramientos de Obispos realizados
por el Papa e insistían en nombrar ellos a los titulares de las sedes
episcopales, algo rechazado por el Vaticano.
Los
obispos legítimos que permanecen fieles al Papa viven una situación cercana a
la clandestinidad, permanentemente asediados por las autoridades comunistas.
Antes
de la firma de este acuerdo, todo obispo reconocido por el Gobierno chino debe
ser miembro de la asociación patriótica, y muchos obispos nombrados por el
Vaticano que no son reconocidos o aprobados por el Gobierno chino han
enfrentado persecución.
Ahora,
en virtud del acuerdo alcanzado, esta situación llegaría a su fin. Sin embargo,
el acuerdo ha encontrado con una oposición interna en la Iglesia.
Entre
las voces opositoras cabe destacar la del Obispo Emérito de Hong Kong, Cardenal
Joseph Zen ze-kiun, quien en enero de 2018 publicó una carta en la rechazaba la
posibilidad de que el Vaticano solicitara la renuncia a los obispos chinos
nombrados por el Papa para reconocer a los prelados nombrados por el Gobierno
chino.
En
su carta, el Purpurado decía también que “el problema no es la renuncia de los
obispos legítimos, sino el pedido de hacer espacio para aquellos ilegítimos e
incluso excomulgados”.
“¿Creería
yo que el Vaticano está vendiendo la Iglesia Católica en China? Sí,
definitivamente, si es que van en la dirección en la que están, según lo que
han venido haciendo en los últimos años y meses”, afirmaba el Cardenal.
Fuente:
ACI Prensa






