“Es duro, pero también es fantástico, es lo más grande que he hecho jamás"

Aquí hay cuatro signos
de que la maternidad está resurgiendo:
1)
Las amas de casa son felices
Cuanto más hablo con madres sobre mi libro Ultimate Makeover, más me encuentro con que muchas manifiestan su descontento con la forma en que sus madres escogieron una forma más pasiva o permisiva de educar. Emily, madre de dos, afirmó: “Mi madre ha expresado en muchas ocasiones que se arrepiente de no haber pasado más tiempo conmigo en casa. Yo he decidido tomar un camino diferente”.
Un nuevo sondeo en Reino Unidos descubrió que las amas de
casa, a pesar de tener el doble de horas de trabajo, eran las más
felices. Los resultados recordaban a los de un estudio a gran escala de la
Oficina Nacional de Estadística que mostró que “las madres amas de casa
consideraban sus vidas más loables que las de sus homólogas en el trabajo”.
La bloguera Denise
Renner explica el motivo en su sitio web The Motherlands. Lo irónico es que “la maternidad conjuga toda la
variedad de trabajos que he disfrutado siempre. […] Es el trabajo de mis sueños”.
Como madre de dos,
Jennifer Starrs Harding, que dejó su carrera para ser ama de casa, declaró:
“Después de años de trabajo como organizadora de eventos en Nueva York, un
trabajo glamuroso y excitante, pensaba que estaba lista para disfrutar
tranquilamente de la maternidad en el hogar. Definitivamente, subestimé
lo satisfactoria que es en realidad la vida con mis pequeños”.
2)
El feminismo secular está perdiendo el rumbo
Gloria Steinem, icono
del feminismo en EE.UU., hizo famosa su frase de que una mujer necesita a un
hombre tanto como un pez una bicicleta. Pero la poderosa influencia que tanto
ella como el movimiento feminista han tenido está menguando.
Steinem, ahora con 83
años, recibió el rechazo público en febrero tras acusar a los seguidores del
político Bernie Sanders de apoyarle únicamente por ser varón. Y la tienda de
ropa Land’s End retiró el catálogo en el que aparecía Steinem por las protestas
de los clientes.
Aunque el feminismo
secular aún mantiene un monopolio en las revistas impresas de mujeres y en
otros medios de comunicación, están surgiendo varias alternativas, puesto que
la gente rechaza la narrativa de que mujeres y hombres pueden maquillarse hasta
ser elementos intercambiables.
La simple realidad de
que mujeres y hombres son diferentes —y que fueron creados así— está ganando
tracción.
3)
Hay más familias que encuentran equilibrio entre trabajo y maternidad de formas
nuevas y creativas
Bradford
Wilcox, sociólogo de la Universidad de Virginia, descubrió en su investigación que las mujeres más felices son las que se
quedan en casa con sus hijos pero que también tienen algún tipo de trabajo
fuera. Internet y nuevas formas de planificación flexible han
creado muchas más oportunidades para facilitar esta situación, a diferencia de
las opciones que tenían las anteriores generaciones de madres.
La doctora Sita Canady,
pediatra y madre que educa en el hogar a seis chicos, declaró: “Cuando mis
colegas descubrieron que estaba embarazada durante mi residencia, todos
pensaron que estaba loca y que iba a arruinar mi carrera. Sí, tuve que tomarme
algún tiempo libre, pero con un poco de planificación creativa, terminé, y sé
que ser madre me ha hecho mejor profesional. Incluso ahora
trabajo dos días a la semana como pediatra, pero estoy en casa el resto de la
semana para ser exclusivamente madre”.
4)
Las mujeres están redescubriendo la conexión entre autosacrificio y dicha
La semana pasada,
durante un vuelo, estuve charlando con el hombre sentado a mi lado. Cuando se
enteró de que tengo cuatro hijos, preguntó: “¿Es divertido?”. No siempre me
divierte, lo admito. Pero sí me hace feliz.
La felicidad se genera
de conceptos casi opuestos a los de la diversión: autosacrificio, gratitud y el
mero hecho de estar presente. La felicidad es la versión adulta de la
diversión.
Un estudio australiano reciente muestra que los padres más
felices tienen cuatro hijos o más.
El estudio, de cinco
años de duración, dirigido por la doctora Bronwyn Harman, estudió los casos de
cientos de padres y reveló resultados contrarios a lo que anticipaba Harman.
A pesar de que hay un
mayor desorden y mayores gastos que en las familias más pequeñas, la
investigación mostró “que estas cuestiones encuentran equilibrio con la
cantidad de dicha que reciben por tener más hijos”.
Hasta Adele lo entiende.
Cuando le preguntaron sobre su maternidad, respondió: “Es duro, pero también es fantástico. Es lo
más grande que he hecho jamás”. Dejó claro que primero es madre y que el
trabajo viene después.
“Antes, mi mundo
giraba en torno a mí, pero ahora tiene que girar en torno a él”.
Fuente: Aleteia