El Pontífice celebró la misa con ocasión de la fiesta de la
Virgen de Guadalupe en el Vaticano
![]() |
| Filippo MONTEFORTE / AFP |
“Que
(la Virgen de Guadalupe) nos hable como le habló a san Juan Diego, desde estos
tres títulos: con ternura de Madre, con calidez femenina y con la cercanía del
mestizaje”, dijo el papa Francisco este 12 de diciembre de 2019.
El Pontífice
insistió en que son “tonteras” pensar en otros dogmas sobre la Virgen con
ocasión de la fiesta de la Virgen María de Guadalupe,
cuando celebró la Santa Misa en la Basílica de San Pedro.
“Cuando nos vengan con historias de qué
había que declararla esto, o hacer este otro dogma, no nos perdamos en
tonteras: María es mujer, es nuestra Señora, María es madre de su hijo y de la
santa iglesia jerárquica, María es mestiza, mujer de nuestros pueblos, pero que
mestizó a Dios”.
La
celebración Eucarística fue precedida del rezo del Santo Rosario esta tarde, en
acción de gracias “por los dones de la acción de Dios en toda
la Iglesia a través de la devoción a la Virgen María en la advocación de
Guadalupe, en especial en los pueblos latinoamericanos y filipino”,
informó el Vaticano.
El Pontífice
estuvo acompañado por una multitud de fieles de América Latina y de Filipinas
que vinieron hasta San Pedro para honrar a la Patrona del Continente de la
esperanza.
Un cuadro de la Emperatriz de América fue ubicado bajo el baldaquino de Bernini
durante la celebración eucarística, adornado con rosas blancas.
Mujer, madre y mestiza
El papa Francisco propuso tres adjetivos
durante su homilía sin hojas en la mano: “Señora, mujer, madre mestiza”. “María es mujer, es
mujer y Señora, mujer con el señorío de mujer, se presenta como mujer y se
presenta con un mensaje de otro, es decir, que mujer señora y discípula. San
Ignacio le gustaba llamarla: Nuestra Señora. Y así es de sencillo: Ella no
pretende otra cosa que ser discípula”.
“La piedad
cristiana a lo largo de los tiempos buscó alabarla con nuevos títulos, eran
títulos filiales, títulos del amor del pueblo de Dios, pero que no tocaban en
nada ese ser mujer discípula. San Bernardo nos decía que cuando hablamos de
María nunca es suficiente los títulos de alabanza”.
Francisco
indicó que ningún título tocaba para nada ese humilde discipulado que ella
encarnaba. Así
la presentó como “discípula, fiel a su maestro, que es su Hijo, el único
Redentor”. Ella “jamás quiso para sí tomar algo de su hijo,
jamás se presentó como co-redentora”.
“Por ahí algún santo padre dijo que es más
digno el discipulado que la maternidad, cuestiones de teólogos”, dijo.
En su homilía
pronunciada sin tener algún texto bajo los ojos, el Papa destacó que María fue
discípula que sirvió a su hijo. “Nunca robó para sí nada de su hijo,
reiteró, porque es Madre da la vida en la plenitud de los tiempos a ese hijo
nacido de mujer”.
“María es
madre nuestra, es madre de nuestros pueblos, es madre de todos nosotros, es
madre de la Iglesia, pero es también figura de la Iglesia y es madre de nuestro
corazón”.
Abogó por una
visión de la “iglesia femenina”,
inspirada en la figura de la Virgen María. De otra manera, no se puede concebir
la Iglesia sin este “principio mariano”.
Respecto al
papel de la mujer en la Iglesia, Francisco pidió de no ir por el camino de la
funcionalidad. “La mujer tiene funciones que cumplir en la
Iglesia, pero eso nos deja a mitad de camino”.
“El principio
mariano, maternatiza la Iglesia y la transforma en la santa madre iglesia”,
afirmó el Pontífice, que juntó varias veces las manos: “María madre, maría
mujer”, destacó, son los títulos que le corresponden a la Virgen. “Los otros
títulos, son himnos de enamorados que le cantan a la madre, pero no tocan la
esencialidad de ser de María: mujer y madre”, agregó.
El Papa
Francisco usó un tercer adjetivo: mestiza. Esto para recordar
a la Virgen María de Guadalupe y el encuentro con Juan Diego en 1531. Ella se
“mestizó”.
Para luego
explicar que no lo hizo solo para presentarse a Juan Diego, sino para
“mestizarse con la entera humanidad”. “¿Por qué? Porque ella mestizó a Dios
y es el gran misterio: María madre, mestiza a Dios, verdadero Dios y verdadero
hombre en su hijo”.
Bergoglio
indicó que no hacen falta nuevos dogmas sobre la Virgen: “Cuando nos vengan con
historias de qué había que declararla esto, o hacer este otro dogma, no nos
perdamos en tonteras: María, es mujer, es nuestra Señora, María es madre de su
hijo y de la santa iglesia jerárquica, María es mestiza, mujer de nuestros
pueblos, pero que mestizó a Dios”.
“Qué nos
hable como le habló a Juan Diego, desde estos tres títulos: con ternura de
Madre, con calidez femenina, y con la cercanía del mestizaje, que así sea”.
Cabe destacar
que con ocasión del 125 aniversario de la Coronación pontificia de la
imagen de la Virgen de Guadalupe, el papa Francisco ha concedido el decreto
para la indulgencia plenaria a los fieles que participen en la Santa Misa
en su santuario, en Ciudad de México.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia






