El martes 6 de enero, minutos antes de comenzar la Eucaristía, les avisaron que el Papa Francisco los invitaba a ser monaguillos
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Jóvenes invitados a ser monaguillos en Misa con el Papa Francisco.
Crédito: Centro Día San Vicente
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Benjamín
Cruz y Daian Agüero, dos jóvenes argentinos recuperados de la drogadicción
participaron como monaguillos durante la Misa que presidió el Papa Francisco en
la capilla de la Casa Santa Marta, del Vaticano.
Ambos
jóvenes de Santiago del Estero pertenecientes al centro de rehabilitación de
adicciones “Centro Día San Vicente” viajaron a Roma junto al director del
centro, el P. Cristian Viscardi, de la Congregación de los Hermanos
Misericordistas.
El
P. Viscardi, que labora en el Hogar de Cristo, viajó a Italia, como lo hace
cada tres años, para ver a su familia ubicada en un pueblo de la provincia de
Bergamo. Este año también fueron invitados los jóvenes.
“En
junio solicitamos la posibilidad de participar de la Misa del Papa, en Santa
Marta, y unos días antes de diciembre nos llegó la invitación. Sin embargo,
jamás nos imaginamos que Benjamín y Daian terminarían de monaguillos de
Francisco”, contó el sacerdote a El Liberal.
El
martes 6 de enero, minutos antes de comenzar la Eucaristía, les avisaron que el
Papa Francisco los invitaba a ser monaguillos.
Luego
de terminar la Misa, el Santo Padre se acercó a conversar con los jóvenes. “Fue
algo muy significativo para los chicos y para mí”, manifestó el director del
centro de rehabilitación.
Ellos
obsequiaron “un mate, un logo del Hogar de Cristo San Vicente, el cual fue
recibido muy bien por el Sumo Pontífice”, describió el sacerdote.
También
“un cuadrito realizado por los cartoneros de Quilmes, que tenía el lema
‘Recibir la vida como viene’. Detrás tenía la firma de todos los chicos del
centro y el Papa lo firmó en la parte de adelante. El cuadrito volverá a
Santiago como recuerdo”, precisó.
Durante
el breve encuentro, el Papa Francisco los alentó a continuar “con el trabajo de
red de los Hogares de Cristo, en los cuales luchamos contra las adicciones”,
dijo el sacerdote.
“Él
nos pidió no cerrarle las puertas a nadie e intentar seguir siempre adelante,
con todo lo que significa enfrentar los problemas que se presentan hoy en día
en relación con la droga”, contó el P. Viscardi.
“Nosotros
estamos todavía muy emocionados con esta experiencia. No la podemos describir.
Fue algo único e inesperado”, sostuvo el sacerdote.
La
Congregación de los Hermanos Misericordistas tienen distintas obras sociales en
Santiago del Estero. El P. Viscardi trabaja especialmente con jóvenes en adicciones
del barrio La Católica, afiliado a la Pastoral de Adicciones a los Hogares de
Cristo, junto con el apoyo de la Fundación Nocka Munayki.
Fuente:
ACI Prensa