El
rosario es la oración de los pobres, ¿será porque somos demasiado ricos que
esta oración nos parece difícil?
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| Daniel Jedzura | Shutterstock |
El
carácter repetitivo del rezo del rosario puede ofender nuestra espiritualidad
que prefiere la intimidad de la contemplación o la solemnidad de la liturgia a
la sucesión de “Avemarías”. En este sentido, el rosario es una oración de
purificación… ¡Y así es! Sin embargo, ocurre que esta
oración nos aburre.
Entonces,
¿cómo se puede hacer en este caso? Hay varios enfoques posibles.
Dividir la meditación de misterios en varias veces durante el día
Rezar
el rosario requiere una atención relajada. ¡Ten cuidado, no es una
distracción evasiva! ¡Ni siquiera una concentración laboriosa!
La
repetición permite que las palabras resuenen. Es como un movimiento que nos lleva
lejos. El rosario no es una rutina sino un
camino que nos lleva, a través de María, a Cristo.
Las propias palabras que se
rezan tienen toda su importancia.
Cuando
María escuchó el saludo del ángel:
“¡Alégrate!”, todo Israel, toda la humanidad, todo el universo se regocijó con ella. La salvación del mundo
comenzó con
estas palabras: “¡Alégrate!”.
Rezar
el Rosario, sean cuales sean los misterios, es siempre unirse a esta alegría de
María que acoge al Salvador.
San Juan Pablo II nos invitó a meditar con María sobre los misterios de la
vida de Cristo. Es una forma de adorar y evitar “la recitación mecánica de fórmulas”, como dijo el papa Pablo VI.
No es un reflejo, sino una
simple y pacífica mirada a un aspecto del misterio contemplado. Una imagen puede
fijar nuestra atención, una palabra puede permanecer dentro de nosotros mientras
recitamos en silencio el saludo angélico.
La
meditación sobre los misterios también puede dividirse en varias veces durante
el día.
El rezo del rosario agrada a María
El
rezo del rosario es una oración de intercesión. San Pío X dijo: “Dadme
un ejército para recitar el rosario y conquistaré el
mundo.”
Es tan simple y hermoso
interceder por aquellos que se nos confían a través del rezo del rosario… El
rosario es la oración de los pobres, y es porque somos demasiado ricos que esta
oración nos parece difícil.
El rezo del rosario le
agrada a María. En cualquier lugar donde la Virgen se presenta, pide que se
rece el Rosario. La razón profunda se nos escapa.
Pero no olvidemos que fue
mientras se sumergía siete veces en el río Jordán que Naaman el leproso,
escéptico ante la simplicidad de la receta, salió curado… ¡Eso también es el rosario!
Por
el padre Nicolas Buttet
Fuente:
Aleteia






