Celebrada
por el Santo Padre
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Misa de Pascua de Resurrección, 12 abril 2020 © Vatican Media |
Hoy
resuena en todo el mundo el anuncio de la Iglesia: “¡Jesucristo ha resucitado!
¡Verdaderamente ha resucitado!”.
Con
alegres flores blancas y bellos ornamentos litúrgicos, una Basílica Vaticana
casi vacía ha acogido la celebración de la Pascua de Resurrección del Señor,
presidida por el Papa Francisco, motivo de esperanza para la humanidad,
especialmente en estos días de dolor por la pandemia mundial del coronavirus.
Esta
mañana, a las 11 horas ha iniciado la Misa de la Resurrección del Señor, en el
altar de la Cátedra, con las imágenes del Cristo de San Marcelo y la Virgen
“Salud del Pueblo Romano”, que han presidido las celebraciones litúrgicas de
Semana Santa este año en el Vaticano.
Por
la emergencia sanitaria en curso, se ha omitido el rito de Resurrexit al
inicio de la ceremonia. Se trata de una tradición antigua que hacía el
Pontífice en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán, y más
tarde adaptada a la Basílica de San Pedro: El Papa veneraba y besaba tres
veces los pies de la imagen de Cristo, después cantaba el versículo:
“Surrexit Dominus de sepulcro, alleluia” y la asamblea respondía: “Qui pro
nobis pependit in ligno, alleluia”. Venía portada sobre el altar también
la Cruz, repuesta el Viernes Santo, que el Papa igualmente
veneraba. Después del Papa todos los miembros del séquito papal
veneraban el Icono y la Cruz y se acercaban después al Sumo Pontífice
para el beso de la paz.
Proclamación del Evangelio
en griego
Las
lecturas de la Palabra de Dios han sido proclamadas por fieles: Primera lectura
de los Hechos de los Apostóles 10, 34a. 37-43, “Comimos y bebimos con él
después de su resurrección de la muerte”; el Salmo 117: “Este es el día que el
Señor ha hecho: alegrémonos y regocijémonos”.
“Busca
las cosas allá arriba donde está Cristo” se ha anunciado en la Segunda Lectura,
la Carta de San Pablo a los Colosenses 3, 1-4, y se ha leído el Evangelio según
san Juan 20, 1-9, como es tradición en el Domingo de Pascua, en latín y en
griego.
Este
domingo el Santo Padre no ha pronunciado homilía. Después de la lectura del
Evangelio, el Papa y la asamblea que participaba en la Eucaristía han guardado
un momento de silencio y reflexión para luego continuar con la profesión de la
fe.
Bendición Urbi et
Orbi
Al
final de la celebración eucarística, a las 12 horas, Francisco se ha dirigido a
la Virgen, representada en el Icono Salus Populis Romani, y ha caminado
hasta el altar de la Confesión, delante del Baldaquino de San Pedro, donde ha
leído el Mensaje de Pascua a los fieles que lo escuchan a través de la radio y
la televisión.
Luego
ha impartido la bendición Urbi et Orbi (a la
ciudad y al mundo), por la que se concede la Indulgencia plenaria, que ha
anunciado el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro,
y que tradicionalmente se imparte en Pascua y el día de Navidad, 25 de
diciembre. Además, este año, de manera extraordinaria, el Pontífice
quiso ofrecerla a todos los fieles el pasado 27 de marzo, en la oración desde
la plaza de San Pedro por el fin de pandemia.
Rosa
Die Alcolea
Fuente:
Zenit