Lo hicieron con “generosidad evangélica”, confirmó a Aleteia
el cardenal Konrad Krajewski
![]() |
Vandeville Eric/ABACA/EAST NEWS |
El papa
Francisco pidió a cardenales,
obispos, arzobispos y prelados de la Curia romana de donar
‘voluntariamente’ un salario mensual para destinar a las personas más pobres y
que sufren durante la pandemia.
250
superiores eclesiales, secretarios y otros han respondido a este acto concreto
de solidaridad, algunos han donando no solo uno, sino dos mensualidades
confirmó a Aleteia el cardenal Konrad
Krajewski, limosnero del papa.
La Limosnería
Apostólica es la Oficina de la Santa Sede que tiene la
tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en
nombre del Sumo Pontífice.
Antes de Semana Santa, el ‘brazo
derecho de la caridad del Papa’ había escrito una carta a los líderes curiales
y a los prelados que componen la Capilla Papal, proponiendo un acto
concreto de solidaridad para “participar en el sufrimiento
de los que están en la prueba” a causa del Covid-19.
La respuesta de la curia al llamado del Papa
“Ellos han respondido con una generosidad
inesperada, los canónicos, las Basílicas organizaron una colecta…todos donaron
más de los que se les invitó a dar, lo hicieron con una solidaridad
evangélica extraordinaria” confirmó el cardenal Krajewski
(nacido en 1963).
A causa de la
pandemia, las celebraciones litúrgicas presididas
por el Papa durante la Semana Santa se vivieron “sin la presencia de los que,
según el Motu Proprio Pontificalis Domus, componen la Capilla Pontificia”.
Y así el
cardenal polaco exhortó a los curiales a estar “unidos íntimamente y de manera
especial al Pontífice, Obispo de Roma” que “preside la comunión universal de la
caridad”, a través de una ofrenda. “El Santo Padre – se lee en la misiva –
decidirá entonces el destino de las limosnas recogidas para la emergencia
sanitaria”.
Somos el brazo de la misericordia
El cardenal polaco nos confirmó al
teléfono, mientras se preparaba para una intervención caritativa, que las
ayudas llegaron con ‘generosidad’ y su trabajo es llevarlas a donde sea
necesario y hasta que no quede ni un euro por gastar. En este sentido,
debido al covid-19 envió respiradores de hospital a
Rumania, a Nápoles, a Padua, Lecce, Locri. Ultimamente, también a Madrid y
República Centroafricana.
“Nosotros somos el brazo de la misericordia del
papa Francisco, somos como un servicio de primeros auxilios porque si hay
alguna necesidad debemos correr enseguida donde soliciten ayuda. Por lo tanto,
yo no sé que sucederá en unos meses o en unos dos días, pero debemos estar
listos.
Cuando los hospitales solicitaron los
respiradores mandábamos respiradores, cuando demandaron medicinas, pues
enviábamos medicinas, cuando es necesario ayudamos a los comedores. En nombre
del Santo Padre vamos a donde nos lo pidan”.
Para el cardenal Krajeswski la caridad no tiene límites, así lo instruyó Francisco cuando le encargó la Limosnería apostólica el 3 agosto de 2013, debe concederse a todos: “El Evangelio no hace distinciones”.
El 1 de mayo,
la caridad del Papa ha llegado también a Ostia Lido (Roma) destinada a personas
que se prostituían en el litoral romano y que debido al confinamiento se
quedaron sin clientes. Personas ya marginadas que solicitaron ayuda a la
iglesia local porque sufrían hambre y varias necesidades.
Esta ayuda no
es nueva, ya lo había hecho unos días antes, cuando visitó otra parroquia en
Torvainica en la costa romana para ayudar a personas
transexuales.
¿A quién ayudaba Jesús?
“Si alguien se maravilla que recuerde: ¿A
quién ayudaba Jesús? Es suficiente leer el Evangelio y la respuesta está en las
Escrituras. Así todos en el mundo pueden saberlo. Nosotros seguimos a Jesús,
sólo a Jesús”, anotó el “cardenal de los pobres”, como le reconocen en las
calles y periferias de Roma.
El cardenal
Krajewski fue a Ostia, distante 35 kilómetros desde el Vaticano, conducía una
furgoneta con una carga de comida. En un retén policial explicó con su acento
polaco cuál era su destino final: él no viajaba vestido de cardenal.
“El Papa me
ha confiado una misión precisa: dar consuelo a los más débiles. Y mi misión se
cumple cuando la cuenta bancaria y la reserva del almacén están vacías. El
Evangelio me lleva a quien llama sin juzgar a nadie”.
La pandemia y la crisis económica y social
El cardenal Krajeswski gestiona
varias estructuras vinculadas con la pastoral de la “iglesia en salida”
del Papa, ahora apoyada con el dinero que fue donado por la Curia romana para
la emergencia coronavirus y que sigue su misión: proporciona comidas, duchas,
barbería, ropa para los sin techo, dinero para el alquiler a las familias, paga
los estudios de los niños, acoge a los que tienen frío, apoya a los comedores
de la caridad.
La pandemia
ha desvelado otro lado de la pobreza en la diócesis del Papa, muchos padres y
madres de familia han perdido sus trabajos, incluso ya precarios o sin contrato. Todas
las tardes Don Corrado entrega trescientos paquetes de comida a
la comunidad de San Egidio destinados a las personas que buscan ayuda en la
parroquia romana de Santa Maria in Trastevere: “Son personas que tienen una
casa, pero nada en la nevera”. Además regala diariamente 200
litros de leche y yogurt que
provienen de la producción de la granja de las Villas Pontificias de
Castel Gandolfo.
La Limosnería
apostólica donó más de 4 millones de euros el año pasado. La mayor parte del
dinero proviene de la venta en el mundo de los pergaminos con la bendición
apostólica.
Ary Waldir
Ramos Díaz
Fuente: Aleteia