No
podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo
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El Papa Recibe Al Presidente Iván Duque En Octubre De 2019 © Vatican Media |
Con
motivo de la Jornada Mundial del Medio Ambiente que
se celebró ayer, 5 de junio, dedicada a la biodiversidad y cuya sede es
Colombia, el Papa Francisco ha enviado una carta al presidente de la República
de Colombia, Iván Duque Márquez.
A
causa de la pandemia COVID-19, la celebración de la jornada tendrá lugar de
forma virtual, “un desafío que nos recuerda que ante la adversidad siempre se
abren nuevos caminos para estar unidos como gran familia humana”, ha indicado
Francisco.
La
protección del medio ambiente y el respeto a la “biodiversidad” del planeta “son
temas que nos conciernen a todos”, ha recordado el Papa. “No podemos pretender
estar sanos en un mundo que está enfermo. Las heridas provocadas a nuestra
madre tierra son heridas que sangran también en nosotros”.
En
el quinto aniversario de la Carta
encíclica Laudato si’, el Santo Padre invita “a ser
partícipes” del año especial anunció para reflexionar
a la luz del documento. Y así, “todos juntos”, el Papa ha animado a “tomar mayor
conciencia del cuidado y protección de nuestra Casa común, así como de nuestros
hermanos y hermanas más frágiles y descartados de la sociedad”.
Biodiversidad
El
Día Mundial del Medio Ambiente es la fecha más importante en el calendario
oficial de las Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental. Desde 1974,
el 5 de junio se ha convertido en una plataforma global de alcance público que
reúne a gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto
ambiental apremiante.
En
2020 el tema es la biodiversidad –motivo de preocupación tanto urgente como
existencial–. Eventos recientes, como los incendios forestales sin precedentes
en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de
África y ahora la pandemia de COVID-19, “demuestran la relación inextricable
entre los humanos y las redes de la vida en las que vivimos”, advierte la
Organización de las Naciones Unidas.
Carta del Santo Padre
Me
es grato dirigirme a usted, a todos los miembros organizadores, y a los
participantes de la Jornada Mundial del Medio Ambiente, que este año tendría
que celebrarse de manera presencial en Bogotá, pero a causa de la pandemia
COVID-19, se va a tener de forma virtual. Es un desafío que nos recuerda que
ante la adversidad siempre se abren nuevos caminos para estar unidos como gran
familia humana.
La
protección del medio ambiente y el respeto a la “biodiversidad” del planeta son
temas que nos conciernen a todos. No podemos pretender estar sanos en un mundo
que está enfermo. Las heridas provocadas a nuestra madre tierra son heridas que
sangran también en nosotros. El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada
de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato, buscando una ganancia rápida y
fácil; una mirada que esté cargada de vida y que busque la preservación en
beneficio de todos.
Nuestra
actitud ante el presente del planeta debería comprometernos y hacernos testigos
de la gravedad de la situación. No podemos permanecer mudos ante el clamor cuando
comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del
ecosistema. No es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante
los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de
ganancia y en el nombre –muchas veces– del progreso. Está en nosotros la
posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable,
para dejarlo en herencia a las generaciones futuras. Todo depende de nosotros;
si de verdad lo deseamos.
Hemos
celebrado recientemente el quinto aniversario de la Carta encíclica Laudato si’, que atrae la atención al grito
que nos lanza la madre tierra. Los invito también a ustedes a ser partícipes
del año especial que he anunciado para reflexionar a la luz de ese Documento. Y
así, todos juntos, tomar mayor conciencia del cuidado y protección de nuestra
Casa común, así como de nuestros hermanos y hermanas más frágiles y descartados
de la sociedad.
Por
último, los animo en esta tarea que han emprendido, para que sus deliberaciones
y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más
habitable y de una sociedad más humana, en la que todos tengamos cabida y en la
que nadie sobre.
Y,
por favor, les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa
los cuide.
Cordialmente,
Vaticano,
5 de junio de 2020
FRANCISCO
Rosa
Die Alcolea
©
Librería Editorial Vaticano
Fuente:
Zenit