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| El Papa planta una encina en la fiesta de S. Francisco de Asís © Vatican Media |
Organizada
en colaboración con el Dicasterio
para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Movimiento
Católico Mundial para el Clima y EcoOne,
esta reunión se celebra del 23 al 25 de octubre en Castelgandolfo, Italia,
sobre el tema “Nuevos caminos hacia la ecología integral: cinco años después de
la Laudato
si’”.
El Santo Padre destaca que este encuentro “plantea una visión
relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes
puntos de vista: ético, científico, social y teológico” y remite a la convicción
de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares,
de que “el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad”.
“Todo está relacionado”
Y
confía en que esta perspectiva “guíe vuestro trabajo en el reconocimiento de
que ‘todo está relacionado’ y de que ‘se requiere una preocupación por el
ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante
compromiso ante los problemas de la sociedad’ (Laudato sí’, 91)”.
Entre
estos problemas, Francisco destaca la urgencia de un nuevo y más inclusivo
paradigma socioeconómico, “que pueda reflejar la verdad de que somos ‘una única
humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma
tierra que nos cobija a todos’. (Enc. Fratelli tutti 8)”.
Responsabilidad compartida
Una
solidaridad entre nosotros y con el mundo que requiere “una firme voluntad de
elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de todas las
personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, combatiendo al
mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger
el medio ambiente natural”.
Además,
el Papa apunta que lograr una ecología integral exige una profunda conversión
interior, a nivel personal y comunitario y desea que la labor de los
participantes en el evento “contribuya a cultivar en el corazón de nuestros
hermanos y hermanas una responsabilidad compartida los unos por los otros, como
hijos de Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores de la
creación, regalo suyo (cf. Gn 2,15)”.
A continuación, sigue el mensaje completo del Papa.
***
Mensaje del Santo Padre
¡Queridos
hermanos y hermanas!
Envío
un cordial saludo a todos los que participan en este Encuentro Internacional
que se celebra en el marco del año especial dedicado al quinto aniversario de
la carta encíclica Laudato Si’. Expreso mi gratitud
a EcoOne,
la iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, y a los representantes
del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y del Movimiento
Católico Mundial para el Clima, que han colaborado para hacer posible este
acontecimiento.
Vuestro
encuentro, sobre el tema “Nuevos caminos hacia una ecología integral: cinco
años después de la Laudato si’”, plantea una visión
relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes
puntos de vista: ético, científico, social y teológico. Recordando la
convicción de Chiara Lubich de que el mundo lleva en sí mismo un carisma de
unidad, confío en que esta perspectiva suya guíe vuestro trabajo en el
reconocimiento de que “todo está relacionado” y de que “se requiere una
preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a
un constante compromiso ante los problemas de la sociedad” (Laudato
sí, 91).
Entre
estos problemas está la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma
socioeconómico, que pueda reflejar la verdad de que somos “una única humanidad,
como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que
nos cobija a todos”. (Enc. Fratelli tutti 8). Esta
solidaridad entre nosotros y con el mundo que nos rodea requiere una firme
voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de
todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales,
combatiendo al mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando
para proteger el medio ambiente natural.
Lograr una ecología integral requiere una profunda conversión
interior, tanto a nivel personal como comunitario. Mientras examináis los
grandes desafíos a los que nos enfrentamos en estos momentos, entre ellos el
cambio climático, la necesidad de un desarrollo sostenible y la contribución
que la religión puede aportar a la crisis ambiental, es esencial romper con la
lógica de la explotación y el egoísmo y promover la práctica de un modo de vida
sobrio, sencillo y humilde (cf. Laudato Sí, 222-224). Espero que
vuestra labor contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y
hermanas una responsabilidad compartida los unos por los otros, como hijos de
Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores de la creación,
regalo suyo (cf. Gn 2,15).
Queridos
amigos, os agradezco una vez más vuestra búsqueda y vuestros esfuerzos de
colaboración para hallar nuevos caminos que conduzcan a una ecología integral,
por el bien común de la familia humana y del mundo. Mientras expreso mis
mejores deseos y la oración por vuestras deliberaciones durante este encuentro,
invoco cordialmente sobre vosotros, vuestras familias y vuestros colaboradores
la bendición de Dios, fuente de sabiduría, fortaleza y paz. Y os pido, por
favor, que os acordéis de mí en vuestras oraciones.
Roma,
San Juan de Letrán, 23 de octubre de 2020
© Librería Editora Vaticana
Larissa I. López
Fuente: Zenit






