16 Viernes de la XXVIII semana
del Tiempo Ordinario

Evangelio según Lucas 12,
1-7
En aquel tiempo, miles y miles de
personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus
discípulos:
«Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay
cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a
saberse.
Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis
al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y
después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte,
tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se
olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo:
valéis más que muchos pájaros».
PALABRAS DEL SANTO PADRE
“¡No tengáis miedo!”. No
olvidemos nunca esta palabra. Cuando nosotros tengamos alguna tribulación,
alguna persecución, alguna cosa que nos haga sufrir, escuchemos siempre la voz
del Señor en el corazón: “¡No tengáis miedo! ¡No tengas miedo, ve adelante! ¡Yo
estoy contigo!”. No tengáis miedo de quien se ríe de vosotros y os maltrata, y
no tengáis miedo de quien os ignora o “delante” os honra pero “detrás” combate
el Evangelio (...) Jesús no nos deja solos porque somos preciosos para Él.
(ÁNGELUS 25 de junio de 2017)
Vatican News