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Joven © Cathopic |
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The Trevor Project, una organización sin ánimo de lucro
estadounidense que trabaja en la prevención de crisis y suicidios de jóvenes
LGBTQ, ha publicado los resultados de un sondeo sobre Salud Mental
Juvenil LGBTQ,
realizado antes de que la pandemia de coronavirus llegara
al país, entre el 2 de diciembre de 2019 y el 31 de marzo de 2020.
Con una
muestra de 40.000 jóvenes de entre 13 y 24 años, los resultados del estudio son
muy preocupantes.
Aunque
existen datos previos sobre prevalencia de tendencia suicida y otros trastornos
psíquicos entre la población transgénero, el presente estudio
confirma la alta incidencia de estos problemas. Concretamente, el 68% de los
encuestados declararon sufrir síntomas de trastorno de ansiedad, el 55% reveló
tener síntomas de trastorno depresivo y el 48% confesó haberse autolesionado en
algún momento. El análisis revela la angustia mental generalizada entre los
jóvenes de este colectivo.
Resumen de
algunos de los datos ofrecidos
El 40% de
los encuestados LGBTQ ha considerado seriamente suicidarse en los pasados doce
meses, con más de la mitad de jóvenes transgénero y no binarios planteándose
seriamente el suicidio. El 68% reportaron síntomas del trastorno de ansiedad
generalizada en las últimas dos semanas, incluyendo más de 3 de cada 4 jóvenes
transgénero y no binarios.
El 48% manifiesta
haberse autolesionado en los últimos doce meses, incluyendo más del 60% de
personas jóvenes transgénero y no binarios. El 46% informa que requería
asesoramiento psicológico o emocional de un profesional de la salud mental pero
no pudieron recibirlo en el pasado año.
El 10%
informaron que se sometieron a terapia de conversión, el 78% de los cuales
antes de los 18 años. El 29% ha sufrido falta de vivienda, ha sido expulsado o
huido lejos de su entorno.
Uno de cada
tres informó que habían recibido amenazas o algún tipo de daño debido a su
Identidad LGBTQ. El 61% de jóvenes transgénero y no binarios informaron haber
sido prevenidos para no usar un baño que se corresponde con su identidad de
género, o sea, diferente de su sexo biológico.
El 86% dijo
que recientemente la política ha impactado negativamente en su bienestar. Los
jóvenes transgéneros y no binarios a los que se respetó el nombre relacionado
con su condición de transgénero por parte de todas o la mayoría de las personas
sufrieron la mitad de intentos de suicidio que aquellos a los que no se les
respetó.
El actual
trabajo confirma datos de estudios previos, que muestran una muy alta
incidencia de problemas psicológicos relacionados con conductas transgénero.
Estos datos deberían provocar el replanteamiento de aquellas posiciones que
pretenden la total despatologización de la disforia de género o las tendencias
transexuales y otras promovidas desde los colectivos LGTBQ, presentándolas como
simples opciones alternativas a la del sexo binario, que no requerirían más
atención que el fácil acceso a sus requerimientos, incluyendo la instauración
de tratamientos de bloqueo y transición hormonal, o intervenciones quirúrgicas
de “reasignación” de sexo, que conllevan -no debe olvidarse- enormes riesgos
para los que las sufren.
La alta
prevalencia de trastornos psicológicos, incluyendo tendencia suicida, en este
colectivo, desmiente a aquellos que pretenden normalizar los procesos de
reasignación de género, incluso a edades prepúberes, ignorando la necesidad de
diagnósticos, tratamientos y acompañamiento médicos pluridisciplinares que
ayuden en el abordaje de problemas subyacentes a la disforia de género que
pueden verse seriamente agravados tras estas intervenciones.
La
prudencia, demandada desde buena parte de la comunidad científica, debe
imponerse para evitar las consecuencias de tratamientos o intervenciones que,
lejos de ayudar a estas personas, los empuja hacia situaciones desesperadas.
Redacción
zenit
Fuente:
Zenit