Evangelio según Juan 6, 37-40
En aquel tiempo, Jesús dijo a la
multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo
no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino
la voluntad del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es
que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el
último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y
crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día’’.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
A veces, se escucha esta objeción sobre la santa misa: «Pero, ¿para qué sirve la misa? Yo voy a la iglesia cuando me apetece, y rezo mejor en soledad». Pero la Eucaristía no es una oración privada o una bonita experiencia espiritual, no es una simple conmemoración de lo que Jesús hizo en la Última Cena.
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