1.12.20

EVANGELIO DEL DÍA

1 Martes de la I semana de Adviento

Evangelio según Lucas 10, 21-24

En aquella hora Jesús se llenó de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Isaías había profetizado el nacimiento del Mesías en algunos pasajes: «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7,14) y tambièn: «Un retoño brotará del tronco de Jesé, y un vástago dará fruto de sus raíces». (Is 11,1). En estos pasajes podemos hallar el significado de la Navidad: Dios cumple su promesa haciéndose hombre; no abandona a su pueblo, se acerca hasta el punto de despojarse de su divinidad. De esta manera Dios demuestra su fidelidad e inaugura un Reino nuevo, que da una nueva esperanza a la humanidad: la vida eterna. AUDIENCIA GENERAL 21 de diciembre de 2016

Vatican News

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