Desde el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo
Te presentamos 5 cosas que tal vez no sabías de este sacramento,
puerta para los otros sacramentos, en la celebración de la Solemnidad del
Bautismo del Señor.
1. Jesús
mismo fue bautizado y el bautismo se inició con los Apóstoles
“Aún así, Jesús insistió en que Juan lo bautizara (a pesar de la
resistencia del Bautista). Jesús le dijo: ‘Permítelo ahora, porque así conviene
que cumplamos toda justicia’. (ver Mt 3:14) ¡Qué ejemplo para todos nosotros!”.
“Desde el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y
administrado el santo Bautismo. En efecto, san Pedro declara a la multitud
conmovida por su predicación: ‘Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se
haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo’ (Hch 2,38)”, indica el Catecismo en el
numeral 1226.
San Higinio, pontífice aproximadamente entre los años 138 al 142,
instituyó el padrino y la madrina en el bautismo de los recién nacidos para que
guíen a los pequeños en la vida cristiana.
2. Tiene varios
nombres
Bautizar, del griego “baptizein”, significa “sumergir” o
“introducir dentro del agua”. Esta inmersión simboliza “el acto de sepultar al
catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él”
(CCI 1214).
Este sacramento también es llamado “baño de regeneración y de
renovación del Espíritu Santo”, así como “iluminación” porque el bautizado se
convierte en “hijo de la luz”.
San Gregorio Nacianceno decía que es “Don, porque es
conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a
culpables; bautismo,
porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales
son los que son ungidos); iluminación,
porque es luz resplandeciente; vestidura,
porque cubre nuestra vergüenza; baño,
porque lava; sello,
porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios”.
3. Se renueva
cada año
“En todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer
después del Bautismo. Por eso, la
Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las promesas
del Bautismo. La preparación al Bautismo solo conduce al umbral
de la vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la
cual brota toda la vida cristiana” (CCI 1254).
Fenelon indica también en su artículo que “el bautismo de Jesús,
de hecho, el bautismo en general, me asegura la promesa de Dios de salvación
para quienes lo buscan. Dios sabe, literalmente, que ciertamente lo busco. La
Iglesia llama al bautismo el ‘lavamiento de la regeneración y la renovación por
el Espíritu Santo’. ¡Eso es realmente algo maravilloso para reflexionar!”.
4. Un no
bautizado también puede bautizar
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica (1256) que “son ministros
ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina,
también el diácono (cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier
persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can.
861, § 2) si tiene
la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”.
“La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la
Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad
salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para
la salvación (cf Mc 16,16)”(CCI 1253).
5. Es un sello
único y permanente
“El Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble
(character) de su pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el
pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación (cf DS
1609-1619). Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado” (CCI
1272).
Fenelon recuerda asimismo que “junto con el bautismo, se me dio
una misión y no soy la única. A todos los bautizados se les ha encomendado la
misión de difundir la Buena Nueva de Jesucristo hasta los confines de la tierra
y bautizar a todos los pueblos”.
“Traer a otros a la Iglesia no es una opción; es una obligación”,
remarcó.
Fuente: ACI Prensa






