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Catedral de Santiago de Compostela. Foto: Wikipedia |
La tradición indica que el Año Santo Compostelano se
celebre cada vez que el 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, coincide en
domingo, algo que se produce cada 11, 6, 5 y 6 años.
Sin embargo, por mandato del Papa Francisco, la Penitenciaría Apostólica ha decretado que, de forma excepcional, en esta ocasión el Año Santo se celebre en 2021 y 2022.
El objetivo es “evitar aglomeraciones, prohibidas o no
aconsejadas, buscando la gloria de Dios y del Apóstol Santiago, patrón
celestial del Reino de España, y procurando el consuelo espiritual de los
fieles”.
En el decreto firmado el 1 de diciembre por el
Cardenal Piacenzza, Penitenciario Mayor, y hecho público por el Nuncio
Apostólico ante España, Mons. Bernardito Auza, al finalizar la ceremonia de
apertura de la Puerta Santa de la Catedral, se afirma también que “se espera
que de la prorrogada generosidad de la Iglesia, los fieles saquen piadosos
propósitos y fuerza espiritual de vida para testimoniar el Evangelio”.
En la carta enviada por el Papa Francisco al Arzobispo
de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio, con motivo del inicio del Año
Santo, el Pontífice hace referencia a una de las señas de identidad de la sede
compostelana y de su Año Santo: el Camino de Santiago.
En ese sentido invita a iniciar ese recorrido a la
tumba del apóstol desde tres perspectivas: caminar como un proceso de
conversión, caminar haciéndonos prójimo, y caminar como discípulos misioneros.
El Papa señala en la carta que “peregrinar debe ser
para nosotros un caminar al paso con el que es Camino, Verdad y Vida, con Aquel
que quiere entretenerse con nosotros para ofrecernos su compañía y mostrarnos
el sendero de la vida”.
El Pontífice subraya también que “confiar el corazón
al compañero de camino sin recelos, sin desconfianzas, y mirar ante todo lo que
buscamos, nos ayuda a reconocer en el prójimo un don que Dios nos entrega para
acompañarnos en este viaje”.
“Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien y
esta experiencia se fragua en el camino, la hacen los peregrinos todos los
días, esperándose, apoyándose, compartiendo fatigas y logros”.
Por último, el Papa Francisco recuerda que “la
peregrinación a la tumba del Apóstol se convierte en una llamada a la misión, a
convocar a todos a esa patria hacia la que avanzamos. Al hacer el camino, nos unimos
espiritualmente al pueblo que tiene puesta su mirada en Dios, un pueblo
peregrino y evangelizador”.
Para leer la carta completa del Papa Francisco,
acceda AQUÍ.
Fuente: ACI Prensa