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Renata Sedmakova | Shutterstock |
―¿Qué les parece
si cada uno comparte alguna historia de un evento que lo haya impactado como
católico? Así pasaremos un rato memorable.
A todos
les encantó mi propuesta y empezaron los testimonios. Muchos eran
sencillos, eventos cotidianos. Yo conté algunas historias y vivencias con
mi Ángel de la Guarda que
siempre me ha sacado de apuros mayúsculos. Entonces llegó ella, la participante
que solía aportar de último, como resumiendo lo que en cada encuentro
debatíamos.
Un impactante testimonio
―Ocurrió el día de la Primera Comunión de mi hijo pequeño ―empezó
diciendo―. Aquel domingo íbamos tarde a la Iglesia y andábamos apurados. Ayudé
a mi hijo a vestirse y nos marchamos en el auto de mi esposo. Durante la
Eucaristía recordé lo que una vez leí que aquellos que acudan a la Primera
Comunión de un familiar podrían obtener una indulgencia plenaria
(borran todo resto de pecado dejando el alma
dispuesta para entrar inmediatamente en el cielo) bajo ciertas
condiciones. La primera es querer ganar la indulgencia, las otras son: confesión tan pronto se pueda, comunión y rezar
por las intenciones del Papa.
Hizo una
pausa que todos respetamos, interesados en conocer el resto de la historia.
―Pedí a Dios que me diera el don de esa
Indulgencia para concederla a un alma bendita del Purgatorio, aquella que estuviese más abandonada,
sin oraciones y necesitada de su Misericordia. Comulgué y antes de salir de
aquella maravillosa eucaristía recé un rato por las intenciones del Papa. En el
trayecto a casa apenas hablamos, pero veníamos felices. Cuando llegamos a la
casa, me tocó abrir la puerta.
Nos sorprendió
con otra breve pausa, como recordando. Y luego continuó:
―Cuando introduje la llave en la cerradura, antes
de girarla, una suave brisa me envolvió. Me volví con curiosidad porque el
viento no estaba soplando en ese momento. “¿De
dónde vendrá esta brisa?”, pensé. Entonces escuché cerca de
mi oído una suave voz que con claridad me dijo: “GRACIAS”.
Indulgencias en el Año de san José
¿Por qué
te lo cuento? Estaba
en el cuarto ordenando algunos documentos cuando escuché una charla que tenía
absorta a mi esposa Vida. Me acerqué para escucharla también.
El Padre Santiago
Martín (Franciscano de María) explicaba las indulgencias que podemos ganar en
el Año Jubilar en honor a San José y las condiciones que el Papa pide para
poder conseguir esa indulgencia plenaria.
Con esa
indulgencia podemos sacar un alma del Purgatorio cada día.
Quedé enganchado con el vídeo y pensé: “¡Esto es maravilloso! Un regalo que no debemos perder. ¡Deben saberlo todos!”. Por eso te comparto el vídeo. Me encantó. Míralo amable lector, no tiene desperdicio… y compártelo con cuantos puedas. Las buenas noticias se deben esparcir.
¡Dios te bendiga!
Claudio de Castro
Fuente:
Aleteia