Así lo indicó el Santo Padre en un video mensaje dirigido durante
el maratón mundial de oración en línea organizado por "Talitha kum” la red
de vida consagrada contra la trata de personas de la Unión Internacional de
Superiores Generales (UISG).
En la memoria de Santa
Josefina Bakhita el Santo Padre recordó a quienes han
vivido el drama de la trata en su propia vida y destacó que “este día es
importante porque nos ayuda a todos a recordar este drama, y nos impulsa a no
dejar de rezar y luchar juntos”.
“Ojalá la reflexión y la toma de conciencia vayan siempre
acompañadas de gestos
concretos, que abran también vías de emancipación
social. El objetivo, de hecho, es que cada persona esclavizada vuelva a ser
protagonista libre de su propia vida y parte activa en la construcción del
bien común”, afirmó el Papa.
A continuación, el texto
completo del video mensaje del Papa Francisco:
Este día es importante porque nos ayuda a todos a recordar este
drama, y nos impulsa a no dejar de rezar y luchar juntos. Ojalá la reflexión
y la toma de conciencia vayan siempre acompañadas de gestos concretos, que
abran también vías de emancipación social. El objetivo, de hecho, es que
cada persona esclavizada vuelva a ser protagonista libre de su propia vida y
parte activa en la construcción del bien común.
Este es un día de Oración. Sí, hace falta rezar para sostener a
las víctimas de la trata y a las personas que acompañan los procesos de
integración y reinserción social. Hace falta rezar para que aprendamos a
acercarnos con humanidad y valentía a quien está marcado por tanto dolor y
desesperación, manteniendo viva la esperanza. Rezar para ser centinelas
capaces de discernir y tomar decisiones orientadas al bien. La oración toca el
corazón e impulsa a acciones concretas, a acciones innovadoras y valientes que
sepan correr riesgos, confiando en el poder de Dios (cf. Mc 11,22-24).
Una economía sin trata es:
1. Una
economía de cuidado. El cuidado puede entenderse como
cuidar de las personas y de la naturaleza, ofreciendo productos y servicios
para el crecimiento del bien común. Una economía que cuide el trabajo,
creando oportunidades de empleo que no exploten al trabajador mediante
condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes.
La pandemia de Covid ha exacerbado y empeorado las condiciones de
explotación laboral; la pérdida de puestos de trabajo ha penalizado a tantas
víctimas de la trata en el proceso de rehabilitación y reinserción social.
"En estos momentos donde todo parece diluirse y perder consistencia, nos
hace bien apelar a la solidez que surge de sabernos responsables de la
fragilidad de los demás buscando un destino común." (Enc. Fratelli tutti, 115).
Las decisiones no se toman en función de criterios éticos, sino
en función de los intereses dominantes, a menudo hábilmente revestidos de una
apariencia humanitaria o ecológica. Las decisiones no se toman mirando a las
personas: las personas son uno de los números, también para explotar.
3. Por todo ello, una economía
sin trata es una economía valiente: hace falta valor. No en el
sentido de temeridad, de operaciones arriesgadas en busca de ganancias
fáciles. No, no en ese sentido; por supuesto que no es ese valor el que se
necesita. Al contrario, es el valor de la construcción paciente, de la
planificación que no mira siempre y sólo a la ventaja a muy corto plazo, sino
a los frutos a medio y largo plazo y, sobre todo, a las personas. El valor de
conjugar el beneficio legítimo con el fomento del empleo y las condiciones de
trabajo dignas. En tiempos de fuerte crisis, como la actual, este valor es aún
más necesario. En la crisis, la trata prolifera, lo sabemos todos: lo vemos
todos los días. En la crisis, la trata prolifera; es necesario, pues, reforzar
una economía que responda a la crisis de una manera que no sea miope, sino
duradera y sólida.
Queridas hermanas y hermanos, llevemos todo esto a nuestra
oración, especialmente hoy, por la intercesión de Santa Bakhita. Rezo por
ustedes, y todos juntos rezamos por cada persona que es víctima de la trata en
estos momentos. Y ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias.
Fuente: ACI Prensa